Cirrosis aumenta el riesgo de desarrollar cáncer de hígado, explica especialista

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SALUD180.- La pigmentación amarillenta en la piel o en la esclerótica, es decir, la parte blanca que protege al ojo, casi siempre está relacionada con problemas hepáticos, debido a la acumulación excesiva de bilirrubina en el cuerpo. Sin embargo, detrás de este síntoma podría esconderse una agresiva enfermedad: la cirrosis aumenta el riesgo de desarrollar cáncer de hígado, explica especialista. 


En entrevista exclusiva para Salud180, la Dra. Eira Cerda, Gastroenteróloga-Hepatóloga, adscrita a la sección de Gastroenterología del Hospital Central Militar, nos explicó cuál es la relación entre el cáncer de hígado y la cirrosis, cómo prevenirlo y en qué consiste la campaña #GanchoAlCáncerDeHígado. 


“El cáncer de hígado es una enfermedad que se puede presentar, más que nada en pacientes que ya desarrollaron cirrosis hepática en un 90 por ciento. Desafortunadamente, las enfermedades hepáticas son silenciosas y no se pueden detectar a tiempo, cuando se diagnostican, pueden existir complicaciones y una de ellas es este tipo de cáncer”, comentó la Dra. Eira Cerda. 


El hígado es el órgano interno más grande del cuerpo, mide alrededor de 15 cm de ancho y puede pesar entre 1 y 1.5 kg, se encuentra en la parte superior derecha del abdomen, por debajo del diafragma, pero encima del estómago, entre las funciones más importantes de este órgano se encuentran:


  • Purificar la sangre: para eliminar toxinas
  • Producir bilis: jugo digestivo que ayuda al cuerpo a absorber la grasa en el flujo sanguíneo
  • Almacenar glucógeno: combustible de reserva


El cáncer de hígado se origina cuando las células hepáticas crecen de manera descontrolada, originando tumores que pueden ser malignos o benignos. De acuerdo con la Dra. Eira Cerda, Gastroenteróloga-Hepatóloga, se pueden formar varios tipos de cáncer en este órgano, uno de los más comunes es el carcinoma hepatocelular. 


Síntomas de cáncer de hígado

  • Pérdida de peso sin causa aparente
  • Dolor en la parte alta del abdomen
  • Debilidad y cansancio general
  • Hinchazón abdominal
  • Pérdida de apetito
  • Ictericia en la piel y ojos
  • Cambio en el color de las heces (blanquecinas)


Según datos del Observatorio Global del Cáncer, en 2018, el cáncer de hígado ocupaba la cuarta causa de muerte entre todos los tipos de cáncer en México, sin embargo,en 2020 subió a la tercera posición y uno de los principales factores para desarrollarlo es que el paciente cuente con cirrosis hepática no alcohólica (cicatrización del hígado), hepatitis B, hepatitis C o hígado graso.



Cuando el hígado presenta cirrosis, hablamos de un órgano enfermo que forma nódulos de regeneración, los cuales muchas veces se pueden convertir en nódulos displásicos provocando más alteración a nivel molecularsobre todo en el DNA de las células, en el estrés oxidativo hasta generar carcinoma hepatocellular”, describe la Dra. Eira Cerda.


Lo más recomendable para que un paciente con cirrosis hepática no alcohólica disminuya el riesgo de desarrollar cáncer de hígado es realizarse un ultrasonido de hígado cada seis meses porque es la forma de detectar la existencia de los nódulo displásicos y llevar control con su gastroenterólogo o hepatólogo. 


La prevención es muy importante en la lucha contra el cáncer, por ello, la campaña #GanchoAlCáncerDeHígado busca visibilizar este padecimiento para informar sobre la importancia de contar con un diagnóstico oportuno sobre este tipo de cáncer para tratarlo en etapas tempranas y evitar ser parte de las estadísticas de mortalidad. 

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