Escuelas y hospitales quedarían entre los más destrozados ante terremoto

Pese a tener los riesgos y soluciones señalados, las estrucuturas no han sido reforzadas
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SANTO DOMINGO, RD/ DIARIO DE SALUD.-  Durante una catástrofe sísmica, las edificaciones más propensas a sufrir daños graves o colapsar son aquellas con deficiencias estructurales, construidas con materiales no adecuados o que estén en suelos inestables.


Se suma a estos factores su antigüedad de construcción y el cumplimiento de normativas antisísmicas que determinan qué tan eficaz sería su resistencia. En el país, los edificios más vulnerables serían los hospitales y centros educativos, afirmó el director general de la Oficina Nacional de Evaluación Sísmica y Vulnerabilidad de Infraestructura y Edificaciones (Onesvie), Leonardo Reyes Madera.


Ante este riesgo, sostuvo que se han evaluado casi 100 hospitales públicos para supervisar su seguridad estructural, elementos no estructurales y su funcionalidad.


El 70% de estos centros, evaluados a inicios del 2000, presentaron fallas estructurales que demostraban que no estarían en pie tras un terremoto. Tras este diagnóstico se invirtieron, conforme con sus datos, RD$55,000 millones en remozamiento de hospital.


“Y no se gastó un centavo en lo que era el refuerzo de las estructuras que así lo meritaban”, señaló, al afirmar que también en las escuelas se ha dado apoyo y evaluaciones visuales para plantear soluciones que refuercen estas debilidades, calificando el hecho como un “tema desatendido”.


Indicó que la Onesvie lo ha expresado desde hace más de 40 años y lo ha reportado a los sucesivos gobiernos, pero esto se mantiene como algo sin mucha importancia, sin pensar en las graves consecuencias que podría traer consigo.


Afirmó que han expuesto y proporcionado al Ministerio de Educación planes para reforzar 195 edificios escolares, de una evaluación de 152 escuelas, y al Ministerio de Salud Pública por igual, para que establezcan un presupuesto necesario para estos refuerzos, pero estos permanecen con infraestructuras inadecuadas.


“Pero el nivel de conciencia es ‘no aquí no tiembla’, eso es lo que te dicen, ‘aquí no, la virgencita de la Altagracia la tenemos colgada en el alma’. Yo no sé cómo tiene tanta fuerza esa entidad, pero esos son eventos a los que no necesitamos llegar antes de que nos lleguen, necesitamos hacer algo porque es que sabemos nuestra deficiencia en todos los sentidos”, puntualizó.


Entre los daños más frecuentes que se encuentran en estas estructuras están las filtraciones que destrozan el concreto, desprendimiento de recubrimiento, acero expuesto y socavación.


En las escuelas, de manera especial, se destacan las columnas cortas, que son aquellas columnas cautivas cuya longitud se restringe por un elemento superior, como una ventana sostenida por bloques, que reduce su longitud efectiva, haciéndola más débil y propensa a fallar durante un terremoto, dejando de sostener la pared que la rodea.


Como están construidas todas con el mismo sistema estructural, en su mayoría, casi todos los centros educativos del país presentan este problema.


De solución a esto, se plantea que las escuelas de un plantel tengan muros de bloque y las de más planteles posean muros de concreto armado para reforzar estas edificaciones y evitar que se derrumben encima de los niños y profesores al momento de la catástrofe.


Esto formaría tres columnas de resistencia para dar resistencia al plantel y disminuir al mínimo los efectos que ocasionen un desmoronamiento.


Infraestructuras supervisadas


El paso de los años en el país trajo consigo la urbanización y construcción de infraestructuras sin supervisar ni considerar el efecto de los terremotos.


Temiendo esto, la Onesvie se encarga de manera continua de la evaluación de puentes y carreteras para determinar el daño de contención de riesgos que estos podrían presentar ante derrumbe, sirviendo de soporte al Ministerio de Obras Públicas y Comunicaciones (MOPC).


Con más de 2,000 puentes que cuenta el país, alrededor de 600 fueron evaluados para determinar las intervenciones que estos requieren, junto con su remozamiento. De igual forma, 110 pasos a desnivel se han remitido al MOPC para su verificación.


Con una comisión dedicada exclusivamente para esto, la institución amplió su alcance para que se realicen evaluaciones más exhaustivas en estas estructuras con una metodología que priorice el volumen de trabajo de estas y las clasifique según su ubicación, nivel de daño y antigüedad.


Mediante evaluaciones semanales y quincenales se generan informes técnicos con recomendaciones provisionales de refuerzo y respuesta según los daños detectados.

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