Salud Mental en el trabajo

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Por: José Miguel Gómez

Psiquíatra


Las enfermedades ocupacionales se han triplicado. Las personas no logran entender que se enferman de lo que trabajan, del estrés en que viven y de sus indicadores biológicos heredo-familiar. La mayoría de horas al día se le destina al trabajo u otras actividades relacionadas con la ocupación socio-laboral. 


Hoy se vive más tiempo fuera de los hogares, entre el trabajo, universidades, gimnasio, tertulia, relaciones interpersonales y grupales. Esas horas de trabajo de forma intensa, en estrés, con tensión, exigencias, productividad, buen desempeño, competitividad, rendimiento, calidad de servicios e identidad con la institución donde trabaja, repercute en la salud física y emocional.


Dado que el desempleo es alto, el salario poco remunerado y deficientes; el trabajador o prestador de servicios deben cuidar su trabajo, lograr desarrollar apego, vínculos, identidad y sentido de pertenencia con la empresa, los compañeros, con la visión y misión o filosofía del estilo de vida laboral en la que preste sus servicios.


Ante todo esto, muchos de los trabajadores empiezan a presentar enfermedades propias de la actividad que realizan; bajo la invisibilidad de un estrés que mantiene el cortisol elevado, la adrenalina, catecolaminas y vasopresina, logrando de forma sostenida la producción de colesterol malo, aumento de la presión arterial, la glicemia, la presión capilar, afectando las arterias y produciendo daños cardiacos, cerebro vascular, metabólicos, circulatorios. 


Sin embargo, lo que más se afecta y no se mide son las enfermedades psico-emocionales y neuro-psiquiatricos como son: las depresiones, trastornos de ansiedad, ataque de pánico, trastorno del sueño, obesidad, fibromialgias, fatiga crónicas, trastorno de conducta, abuso de alcohol y de ansiolíticos.


Simplemente el trabajador empieza a presentar alteraciones que van deteriorando su vida, su calidad y calidez de vida, su felicidad, su sexualidad y su bienestar familiar, pero no lo relaciona con el tipo de trabajo, con el estrés en que trabaja, con el agotamiento y desgastes que se va acumulando con la hora de trabajo.


La preocupación sobre la falta de políticas públicas de salud mental en las instituciones, empresas, universidades, han aumentado los indicadores de riesgo en salud mental en el trabajo. ¿Qué acciones pueden aplicar las empresas para activar programas de Salud Mental en el trabajo? primero, espacio de relajación, ambiente climatizado, musicoterapia, sillas de masajes donde cada dos horas, por 15 minutos se pueden relajar o después de almorzar. 


También se debe establecer el último sábado cada tres meses, tener viajes de turismo a lugares históricos, tertulias, charlas, actualizaciones en salud mental, biblio-terapia, cine-fórum los viernes; además, incentivos, promociones, reconocimientos, solidaridad y altruismo cuando el compañero de trabajo que presenta una situación de riesgo psico-emocional, de salud, o problemas económicos, etc.


Las políticas en Salud Mental para prevenir situaciones críticas, y de ayudar a la personas a crecer, madurar y fluir en la vida, deben ser de los logros de una institución. Convivir en un trabajo donde exista hostilidad, estrés, persecución, maltrato, ambiente tóxico, trampas, engaño, apatía e indiferencia con las personas que prestan el servicio; reproduce un trabajador “quemado” “tóxico” desmotivado, que se refleja en el servicio prestado, que maltrata a los clientes, que no disfruta lo que hace, que su trabajo deja de ser su orgullo y su identidad laboral. 


El trabajador con salud mental reproduce energías positivas, creatividad, optimismo, altruismo, esperanza, se identifica en su trabajo; establece mejores relaciones familiares, interpersonales y grupales. La Salud Mental en el trabajo es parte de una estrategia en la vida laboral, para llevar al trabajador a una calidad y calidez de vida que le permita ser oxigenante y nutriente en su vida familiar, marital y social. 


El trabajo de forma equilibrada le favorece al ofertador del trabajo, pues tiene una persona con salud mental, física, emocional, intelectual y espiritual, para la vida, y para las relaciones laborales y para una mejor y eficiente productividad.



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