Escuela de Medicina celebra la entrega de plaquitas a 32 estudiantes

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SANTIAGO, RD/ DIARIO DE SALUD.-La Escuela de Medicina de la Pontificia Universidad Católica Madre y Maestra (PUCMM) entregó las plaquitas a 32 estudiantes de la carrera de Medicina, correspondientes a los campus de Santiago y Santo Domingo, en una emotiva ceremonia que marca el inicio de su etapa como médicos internos.


La entrega de plaquitas simboliza el paso de las aulas a la práctica clínica, tras haber superado con éxito los años de formación académica en esta universidad. Durante el acto, el reverendo padre doctor Secilio Espinal, rector de la universidad, destacó la alegría que siente la Universidad con el logro de todos los estudiantes y de sus familiares.


“Entregando las plaquitas no solo celebramos logros académicos de ustedes, también renovamos un compromiso con los principios fundamentales de esta universidad, pero también de la humanidad. La medicina no solo se limita a curar enfermedades, está llamada a cuidar integralmente a las personas”.


“Queridos estudiantes, las plaquitas que hoy reciben no son solo un reconocimiento, también son un recordatorio de que ejercerán la medicina como un servicio a la vida, con manos competentes y sobre todo con un corazón compasivo, que nunca pierdan esa humanidad, sensibilidad. Sean signos de esperanza…”, agregó.


“Aspiramos a que la salud sea una propuesta que enaltece al ser humano, que tiene valores, principios que no necesariamente sean los míos, pero que yo no debo violentar…Ustedes son nuestros embajadores y confiamos en ustedes”, agregó el director de la Escuela de Medicina, el profesor Mirlan de los Santos.


Con un emotivo discurso lleno de recuerdos, gratitud y esperanza, el estudiante Jordany Nolasco habló en representación de sus compañeros: “Hablo en nombre de un grupo que aprendió a medir el tiempo, no en horas, sino en madrugadas de estudio y mañanas llenas de café; un grupo que descubrió que la vocación no nace de los libros, sino del contacto con cada vida que confiaron en nuestras manos temblorosas de principiantes y en nuestros corazones decididos a aprender”.


“Recibir la placa de interno es mucho más que un símbolo metálico; es el testimonio silencioso de los pasos que dimos hasta aquí. Una etapa donde el aprendizaje ya no solo está en los libros, sino en cada paciente, en cada sala, en cada historia de vida que nos sea confiada. Es el momento en que dejamos de ser solo estudiantes para comenzar a formar parte del equipo de salud, de forma más activa, más consciente, más humana”.


Al concluir el acto, los médicos internos recibieron sus placas y contaron sus experiencias a través de un video sobre sus días como estudiantes, igualmente, entregaron una placa de reconocimientos a profesores guías y especiales mentores.

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