Ni a los 40 ni a los 50 años: la edad en la que se comienza a perder la capacidad pulmonar y cómo revertirlo

Una investigación liderada por ISGlobal y publicada en 'The Lancet' desafía el modelo clásico de desarrollo respiratorio.
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NUEVA YORK,EE.UU./ AGENCIA GDA.- Una nueva investigación internacional ha puesto en duda la creencia de que la capacidad pulmonar comienza a disminuir después de los 40 años.


El estudio, liderado por el Instituto de Salud Global de Barcelona (ISGlobal) en colaboración con el Hospital Clínic-IDIBAPS y la Fundación “la Caixa”, y publicado en The Lancet Respiratory Medicine, indica que el deterioro funcional de los pulmones puede iniciar desde los 20 años. Los hallazgos se basan en el análisis de la función pulmonar de 30.000 personas entre los 4 y los 82 años.


Capacidad pulmonar: qué es y cómo varía entre individuos


Según los Institutos Nacionales de Salud de Estados Unidos (NIH), la capacidad pulmonar se refiere al volumen de aire que entra en los pulmones durante un esfuerzo inspiratorio máximo.


En adultos sanos, esta capacidad promedio es de unos 6 litros. Factores como la edad, el sexo, la estatura, la composición corporal y la etnia pueden influir en este volumen. Por lo general, los hombres y las personas de mayor estatura presentan una mayor capacidad pulmonar.


El nuevo hallazgo: descenso desde la adultez temprana


Judith Garcia Aymerich, autora principal del estudio, explicó que se analizó el volumen espiratorio forzado en un segundo (FEV1), el principal indicador de la función pulmonar.


Este parámetro alcanza su punto máximo alrededor de los 20 años en mujeres y los 23 en hombres, comenzando un descenso progresivo desde entonces, sin que exista un periodo de estabilidad, como se pensaba anteriormente.


“Esto demuestra que una vez que se alcanza el pico, la función pulmonar comienza a descender lentamente, mucho antes de lo previsto, que se creía eran los 40 años en promedio”, detalló Aymerich.


Implicaciones para la salud respiratoria a largo plazo


Este hallazgo cuestiona el modelo tradicional del desarrollo respiratorio y plantea nuevos desafíos para la prevención de enfermedades pulmonares crónicas como el asma, la enfermedad pulmonar obstructiva crónica (EPOC) y otras condiciones respiratorias obstructivas.


Factores que aceleran la pérdida de función pulmonar


El estudio identificó que las personas con asma persistente alcanzan su pico de función pulmonar a edades más tempranas: 17 años en mujeres y 19 en hombres, y lo hacen con niveles de FEV1 más bajos que el promedio.


Además, se comprobó que el tabaquismo —activo y pasivo— acelera la pérdida de capacidad pulmonar, especialmente a partir de los 35 años.


“El tabaquismo, incluso pasivo, modifica la trayectoria pulmonar desde la infancia, y sus efectos son irreversibles”, señaló el equipo de ISGlobal.


Otros factores mencionados por los NIH que pueden afectar la capacidad pulmonar incluyen el nivel de actividad física, deformidades en la pared torácica y la presencia de enfermedades respiratorias.


Relación entre la función pulmonar y la salud general


La función pulmonar está directamente relacionada con la esperanza de vida, el rendimiento físico y la capacidad del organismo para afrontar enfermedades respiratorias, incluyendo infecciones virales como el SARS-CoV-2. Por ello, los especialistas subrayan la importancia de iniciar la prevención desde etapas tempranas de la vida.


Si el deterioro comienza desde los 20 años, es fundamental implementar estrategias preventivas en la infancia y adolescencia.


Estas incluyen el monitoreo periódico con estudios como la espirometría y la reducción de la exposición a factores de riesgo como el humo del cigarro y la contaminación del aire.



La American Lung Association advierte que: “Un adulto sano puede perder entre 20 y 30 ml de FEV1 por año después de los 25, pero en fumadores esta pérdida puede duplicarse o incluso triplicarse”.


Recomendaciones para proteger la salud pulmonar


Los especialistas en neumología recomiendan una serie de acciones para mantener la salud pulmonar:


Evitar el tabaquismo activo y pasivo

Practicar actividad física de forma regular

Reducir la exposición a contaminantes ambientales

Controlar enfermedades respiratorias como el asma o la EPOC

Realizar controles médicos con espirometría a partir de los 20 años si existen antecedentes familiares


“La función pulmonar es uno de los predictores más importantes de salud a largo plazo. Si comienza a deteriorarse antes, debemos empezar a cuidarla antes también”, concluyó el estudio.



 



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