WASHINGTON, EE.UU./ AGENCIA EFE.- Las muertes por enfermedades no transmisibles (ENT), como las cardiovasculares, el cáncer y la diabetes, aumentaron 43 % en la región de las Américas desde el 2000, alcanzando los 6 millones de fallecimientos en 2021, según un nuevo informe.
Los datos se encuentran en la publicación «ENT de un Vistazo 2025», publicado por la Organización Panamericana de la Salud (OPS).
Las ENT son la principal causa de muerte en la región, responsables del 65% de todos los fallecimientos, y casi el 40% de estas muertes ocurren antes de los 70 años. Si bien el envejecimiento y el crecimiento poblacional contribuyen a esta carga, el aumento se debe en gran parte a factores de riesgo modificables como el consumo de tabaco, la alimentación poco saludable, la inactividad física y el consumo nocivo de alcohol.
Según el informe, las enfermedades cardiovasculares lideran con 2,16 millones de muertes, seguidas por el cáncer (1,37 millones), la diabetes (más de 420.000) y las enfermedades respiratorias crónicas (más de 416.000).
El suicidio, cuarta causa de muerte entre jóvenes de 15 a 29 años, provocó la pérdida de 100.760 vidas.
«El aumento de muertes por ENT es una llamada de atención urgente”, afirmó el doctor Jarbas Barbosa, director de la OPS, según una nota de prensa.
«Demasiadas personas están muriendo de forma prematura por enfermedades que, en su mayoría, se pueden prevenir y tratar. Con detección temprana, diagnóstico oportuno, acceso a la atención y políticas sólidas, podemos salvar vidas. Este informe proporciona a los países las herramientas que necesitan para actuar», sostuvo.
Factores de riesgo en aumento
En 2022, la obesidad afectaba al 33,8% de las personas adultas —un aumento del 28% desde 2010— y el 35,6% no realizaba suficiente actividad física. La prevalencia de diabetes llegó al 13,1%, mientras que 43 millones de personas mayores de 30 años con esa enfermedad no tienen acceso a la atención que necesitan. La hipertensión afecta a más de un tercio de los adultos, pero solo el 36,4% de los casos están controlados.
El informe también aborda desafíos ambientales y de salud mental. La contaminación del aire incrementa el riesgo de enfermedades cardiovasculares y respiratorias, y las tasas de suicidio aumentaron un 17,4% desde el 2000, con tres veces más muertes en hombres que en mujeres.
De acuerdo al informe, a pesar del aumento general en el número total de muertes, las tasas de mortalidad ajustadas por edad muestran ciertos progresos desde 2000:
Las tasas de mortalidad por ENT disminuyeron un 16,2%.
Las muertes por enfermedades cardiovasculares y respiratorias crónicas bajaron casi un 30%.
Las tasas de mortalidad por cáncer se redujeron en un 24,6%.
También se registraron progresos en algunos factores de riesgo modificables desde 2000:
El consumo de tabaco se redujo en un 22,1%.
La cobertura de tratamiento para diabetes aumentó del 46,6% al 57,7%.
Sin embargo, la región de las Américas no está en camino de alcanzar la meta mundial de reducir en 25% la mortalidad prematura por ENT para 2025. Entre 2010 y 2021, la reducción fue de apenas un 8%. Solo cinco países —Antigua y Barbuda, Argentina, Barbados, Chile y Granada— están encaminados a cumplir ese objetivo. Sin embargo, con esfuerzos acelerados, otros once países de la región podrían alcanzarlo.
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