Señales que advierten sobre una enfermedad cardíaca

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RD/DIARIO DE SALUD.- Dolor de pecho, decaimiento, fatiga al caminar y falta de fuerza muscular y de aire son advertencias que se deben tener en cuenta y proceder a su atención


Algunas veces he tenido la oportunidad de pasar por una sala intensiva donde cuidan a pacientes con enfermedades cardíacas. Se escucha en ese lugar el sonido de monitores, se observan pantallas que muestran cómo late el corazón y chequeas a enfermeras y cardiólogos atender a las personas que se encuentran en alguna condición que necesita atención inmediata.


Me pregunto cómo llegas a ese punto y encuentro respuestas a varias inquietudes a través del cardiólogo y ecocardiografista Branche Ortiz, de Medical Net. Inicialmente lo indago sobre la definición de una enfermedad cardíaca, a lo cual me responde que es aquella que afecta el músculo cardíaco y que puede tener diferentes etiologías u orígenes.


Algunas condiciones que aquejan al corazón son la hipertensión arterial, la obstrucción de las arterias coronarias que al afectar el músculo cardíaco provocan los infartos y las anginas. Otras situaciones tienen orígenes infecciosos, sobre todo virales, como la miocarditis viral o luego de pasar por infecciones de vías respiratorias, como la del COVID-19. También lesionan al corazón la ingesta de sustancias tóxicas, por ejemplo, el alcohol en exceso o el consumo de drogas.


Es momento de preguntarle sobre aquello que indica que una persona padece de un problema cardíaco, él informa que definitivamente son los síntomas, “el dolor de pecho, que tiene la característica de ser, como decimos en cardiología, anginoso, que es un dolor en el centro del pecho, opresivo; eso nos hace pensar que ese paciente está teniendo un infarto, una angina o una enfermedad cardíaca”.


Otros síntomas importantes son la falta de aire o la llamada disnea, decaimiento, falta de fuerza muscular, fatiga al caminar. Ortiz explicó que los casos que atiende con frecuencia en su consulta son la hipertensión arterial, de la cual el paciente usualmente se preocupa, acude y lleva tratamiento. La segunda condición que ve son los niveles altos de lípidos (colesterol), palpitaciones o lo que el paciente común llama taquicardias; y la dificultad para respirar (disnea).


Sobre qué padece cardiológicamente un hombre y una mujer, el especialista expresó que hay condiciones que son más frecuentes en uno u otro, pero en sentido general la hipertensión arterial, los problemas de colesterol alto o la enfermedad coronaria sucede en ambos.


“El hombre tiende a padecer enfermedades del músculo cardíaco más tempranamente en la vida, pero la mujer menopaúsica se iguala y padece por igual las enfermedades de las arterias coronarias. En sentido general, hay un equilibrio en ambos sexos en cuanto a la presencia de condiciones cardiovasculares; hay unas diferencias raciales que se tienen en cuenta en el nivel de frecuencia de ciertas afecciones, como en el caso de la hipertensión arterial”, argumentó Ortiz.


Acerca del tema del COVID-19, durante los momentos en los que inició la pandemia, los pacientes con problemas cardiovasculares asistieron a su consulta para dar seguimiento a sus casos y actualmente están acudiendo libremente a la consulta.


“Naturalmente, ahora van un poco más libremente; durante la pandemia fue llamativa la cantidad de pacientes poscovid que se chequeaban desde el punto de vista cardiovascular. Era un número muy importante de pacientes preocupados que acudieron a consulta cardiológica y se les hizo estudios como ecocardiogramas, radiografías”, indicó Ortiz.


Llegó el momento de preguntarle sobre la prevención e indica que puede variar; recomienda que “a todo adolescente se le haga un ecocardiograma, sobre todo si va a estar en actividad física intensa. En cuanto a la hipertensión, colesterol y otros asuntos del área cardíaca, sugiere que a partir de los 35 años toda persona acuda a las consultas no solo del cardiólogo, también del internista y que comience chequeos de presión arterial, ecocardiograma, analíticas, niveles de colesterol, triglicéridos, glicemia; y, de ser necesario, inicie una medida de prevención”.


El cardiólogo dijo que los hábitos inadecuados influyen en la evolución y desarrollo de enfermedades cardiovasculares.


Ganancia de peso, convertirse en obesos, la ingesta abundante de sal, vida sedentaria, ingesta de alcohol y tabaquismo, son acciones que hacemos que van a repercutir negativamente en nuestro sistema cardiovascular.


Desde temprana edad se debe tener conciencia sobre estos hábitos, mantener el peso, hacer ejercicio, dieta baja de sal, comidas balanceadas con bajas calorías y fibras abundantes; no ingerir comidas grasosas con abundantes calorías, son medidas que repercuten de manera positiva en el desarrollo de la vida.


“Lo que yo le recomiendo a cada persona como médico cardiólogo y como médico en sentido general es asumir un estilo de vida saludable: ejercicios de manera rutinaria para mantener peso y salud, no fumar, una ingesta de alcohol mínima o lógica (moderada), tratar de no estresarse, tener un orden en cuanto a la distribución del tiempo para descansar y dormir adecuadamente, eso va a llevarnos a tener una vida más sana y más duradera”, concluyó Ortiz.

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