El nuevo día.- Luego de que la pandemia nos puso a todos en confinamiento, han sido muchas horas tanto para los adultos como para los niños y adolescentes dentro del hogar, lo que pudo haber afectado de forma negativa en la salud física y mental de los miembros de la familia.
Estar más tiempo con ellos permite a los padres estar atentos a los desórdenes alimenticios que presenten sus hijos, pues de no detectarse a tiempo, podrían desencadenar un trastorno de conducta alimentaria (TCA).
”Las primeras señales que podemos identificar en los niños y adolescentes de padecer un TCA es la obsesión con la alimentación y el cambio en su conducta”, señaló Stephany Neglia Cermeño, docente de Nutrición de la Universidad César Vallejo, quien brinda algunas pautas para detectar posibles desórdenes alimenticios:
El desarrollo de TCA como la anorexia nerviosa, la bulimia y la obesidad son los desórdenes alimenticios más comunes en niños y jóvenes debido a diversos factores como el estilo de vida o la educación familiar. Por ello, es importante prevenir con hábitos en los que niños y jóvenes desarrollen un entendimiento de buena alimentación desde pequeños.
Otra sugerencia es adoptar y mantener hábitos de vida saludables como la actividad física y recreación, así como respetar las ocho horas de sueño.
“Los padres deben fomentar la autoestima de sus hijos para que descubran sus capacidades y limitaciones, las acepte y aprenda a sentirse bien consigo mismo, y es sumamente importante ayudar a los jóvenes a no condicionar el cuerpo a una cuestión de apariencia, sino de salud”, advirtió la especialista en alimentación, Neglia Cermeño.
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