Desórdenes alimenticios: ¿cómo detectar si nuestros hijos lo padecen?

Identifica en los niños y adolescentes esas primeras señales
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El nuevo día.- Luego de que la pandemia nos puso a todos en confinamiento, han sido muchas horas tanto para los adultos como para los niños y adolescentes dentro del hogar, lo que pudo haber afectado de forma negativa en la salud física y mental de los miembros de la familia.


Estar más tiempo con ellos permite a los padres estar atentos a los desórdenes alimenticios que presenten sus hijos, pues de no detectarse a tiempo, podrían desencadenar un trastorno de conducta alimentaria (TCA).


”Las primeras señales que podemos identificar en los niños y adolescentes de padecer un TCA es la obsesión con la alimentación y el cambio en su conducta”, señaló Stephany Neglia Cermeño, docente de Nutrición de la Universidad César Vallejo, quien brinda algunas pautas para detectar posibles desórdenes alimenticios:


  • Obsesión con dietas restrictivas.
  • Atracones que desencadenan en vómitos provocados y un fuerte sentimiento de culpa.
  • Comer de madrugada y en grandes cantidades. También comer a solas y en secreto.
  • Realizar ejercicio físico de manera obsesiva e intensa.
  • Hacer comentarios negativos acerca de su físico de manera frecuente.
  • Si busca aislamiento más de lo habitual y tiene muchos cambios de humor.


Prevenir el trastorno de conducta alimentaria

El desarrollo de TCA como la anorexia nerviosa, la bulimia y la obesidad son los desórdenes alimenticios más comunes en niños y jóvenes debido a diversos factores como el estilo de vida o la educación familiar. Por ello, es importante prevenir con hábitos en los que niños y jóvenes desarrollen un entendimiento de buena alimentación desde pequeños.


  • Enseñar la importancia de seguir unos hábitos de alimentación saludables. Esto ayudará a que desde muy pequeños sean conscientes de lo que significa una buena alimentación.
  • Establecer horarios de comida regulares, repartir la comida en cuatro o cinco tomas al día. Es un buen hábito inculcarles 5 comidas diarias a los niños, distribuidas en desayuno, media mañana, almuerzo, media tarde y cena. De esta forma no pasan hambre durante el día.
  • Evitar saltarse las comidas y no picotear entre horas, para ello es importante que los padres tengan los hábitos de alimentación adecuados porque son responsables de controlar las comidas de sus hijos.
  • La alimentación debe ser sana, equilibrada y variada que incluya todos los alimentos necesarios, con limitación de dulces y postres industrializados y comida rápida.
  • Es fundamental ofrecer verduras y frutas de forma variada.


Otra sugerencia es adoptar y mantener hábitos de vida saludables como la actividad física y recreación, así como respetar las ocho horas de sueño.


“Los padres deben fomentar la autoestima de sus hijos para que descubran sus capacidades y limitaciones, las acepte y aprenda a sentirse bien consigo mismo, y es sumamente importante ayudar a los jóvenes a no condicionar el cuerpo a una cuestión de apariencia, sino de salud”, advirtió la especialista en alimentación, Neglia Cermeño.

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