La pandemia de COVID-19 amenaza con colapsar sistema funerario de Roma

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FRANCE 24.-La pandemia de COVID-19 amenaza con colapsar el sistema funerario de Roma, al provocar graves retrasos para los entierros e incineraciones de las personas que mueren en esa ciudad.


De acuerdo con la empresa pública AMA, que maneja los cementerios en Roma, desde octubre de 2020 hasta marzo de 2021 el número de muertos aumentó un 30 por ciento, el equivalente a 4.763 fallecidos más que en el mismo período los años anteriores.


Solo en los primeros ocho días de abril, la tendencia ha continuado: murieron 79 personas más que el año pasado, afirma AMA.


Lo llamativo es que la situación no se produce, como pasó en otras urbes europeas como Madrid o Londres, en los albores de la crisis sanitaria que primero golpeó a Europa el año pasado. Ni tampoco se trata de una situación que, en estos momentos, enfrentan otras ciudades italianas, algunas de las cuales tienen (y han tenido) una tasa de incidencia mucho más alta que la de la capital de Italia.


La explicación, según las empresas de servicios funerarios, es que la pandemia ha sacado a luz las deficiencias y limitaciones de la burocracia romana, la cual exige múltiples y complicados trámites para autorizar la incineración y el entierro de un difunto.


De acuerdo con Giovanni Cacioli, secretario nacional de la Federación Italiana de Directores de Funerarias (Federcofti), algunos trámites aún se hacen “escribiendo a mano” y, en el caso de las incineraciones, el permiso puede tardar un promedio de entre 35 y 40 días.


“Son meses que le pedimos al ayuntamiento de Roma y a AMA de encontrar urgentemente soluciones adecuadas (…) pero hasta la fecha no tenemos respuestas ni señales de voluntad para resolver un problema que es una vergüenza para Roma”, escribió este mes Cacioli, en una nota también firmada por Alessandro Bosi, responsable de Federación Nacional de las Funerarias Italianas (Feniof).


El pasado viernes, Federcofti y Feniof convocaron una protesta delante de la Boca de la Verdad, uno de los lugares más simbólicos de la capital italiana, para dar visibilidad al problema y exigir una solución.


“Perdónenos, pero no nos dejan enterrar a sus seres queridos”, escribieron en decenas de pancartas, que llamaron la atención de paseantes y periodistas.


No obstante, el problema burocrático no es lo único que está en el origen de la actual situación, según los agentes funerarios. También se ha denunciado escasez de hornos crematorios en el cementerio más grande de la ciudad, Prima Porta.


Ya en diciembre pasado, Natale Di Cola, secretario del sindicato CGIL de Roma, señaló la presencia de unos 2.000 ataúdes desde hace meses en espera de encontrar un destino. “Es una situación que denunciamos desde hace meses y que con la pandemia está explotando”, decía ya entonces el sindicalista.

El resultado es que algunos ya han empezado a trasladar a sus muertos a otras ciudades del país, una opción que, sin embargo, no todos quieren o pueden permitirse por los mayores costos (de varios miles de euros) que implica.

La situación, sin embargo, también se ha convertido en un caso político que opositores de la actual alcaldesa de Roma, Virginia Raggi, han usado para criticar la gestión de la política, miembro del decaído Movimiento 5 Estrellas.

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