Apoyo del entorno favorece mejoras en estilos de vida de personas con obesidad

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Por José Manuel Castillo

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SANTO DOMINGO, RD/DIARIO DE SALUD.-Según la Organización Mundial de Salud, la intervención sobre el estilo de vida debe ser la principal herramienta para que los adultos con sobrepeso u obesidad con alguna comorbilidad pierdan al menos el 10 % de su peso inicial.

Y es que el tratamiento del exceso de peso constituye un reto para las autoridades sanitarias y profesionales de la salud. La obesidad es una enfermedad crónica multifactorial, que representa un problema tanto social, como económico y de salud. Por ello, el diseño de estrategias para la pérdida de peso se considera clave para controlar las enfermedades asociadas que disminuyen la calidad y esperanza de vida de quienes la padecen.

Un estudio llevado a cabo por tres centros de investigación de Cataluña: CIBEROBN, IISPV e IDIAPJGol, demostró recientemente que cuando estas terapias se extienden a las personas cercanas al paciente, suelen ser más efectivas

Los recursos de tiempo necesarios para una correcta intervención dietética efectiva son esenciales, por ello extender estas intervenciones al entorno del paciente redundan en su beneficio y en la disminución de los costes y esfuerzos para los equipos de salud asistencial. Esta expansión, también llamada “efecto halo” ha sido ya comprobada en familiares de personas con obesidad mórbida que han sido sometidos a cirugía bariátrica.

En el estudio se analizaron a 541 cohabitantes y se documentó por primera vez que los pacientes mostraron un mayor cumplimiento de la dieta mediterránea y la actividad física cuando se asociaron estrechamente con el comportamiento de los miembros de su hogar. De igual manera, la eficacia de la terapia se asoció a una mejor función familiar y mayor apoyo social de las personas con quienes conviven.

Los investigadores observaron, asimismo, el efecto positivo del acompañamiento de la pareja durante el tratamiento, pues cuando estas estuvieron involucradas, el efecto de la dieta para bajar de peso y el número de kilos perdidos fue más notable.

De igual modo, se concluyó que el entorno familiar positivo puede condicionar el correcto cumplimiento del tratamiento, pues los patrones alimentarios son similares. En cambio, en un entorno desfavorable los pacientes experimentan mayores dificultades para lograr el cambio de los hábitos alimentarios y estilo de vida.