¿Es posible que una persona con ideas suicidas y que haya intentado quitarse la vida pueda superarlo?

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Por: Soraya Lara de Mármol

e-mail: soraylacaf@hotmail.com


Pregunta de la lectora: ¿Es posible que una persona con ideas suicidas y que haya intentado quitarse la vida pueda superarlo? ¿Es suficiente el tratamiento farmacológico? ¿Es posible que pueda ayudarse a sí misma sin tener que medicarse? 


Respuesta de la terapeuta: El abordaje multidisciplinario en este tipo de caso favorece considerablemente porque permite conocer los aspectos médicos, psicológicos, familiares e individuales que podrían influir en el sufrimiento psíquico que la persona ve como opción para enfrentar lo que le sucede.


Es de mucha importancia descartar aspectos médicos y de consumos de sustancias tóxicas que podrían generar alteraciones orgánicas y en el funcionamiento psicológico.


Conocer el historial de psicopatología familiar puede arrojar luz si en pasadas generaciones hubo casos de depresión, intentos suicidas o de alguna otra enfermedad mental.


Se requiere explorar síntomas como cambios en el sueño, pérdida de apetito o de peso, sobrepeso, desesperanza, disminución del deseo sexual, sentimientos de culpa, abandono de participación en actividades placenteras, llorar con facilidad, irritabilidad, entre otros.


Además, es preciso rastrear cuándo la persona comenzó a experimentar malestar emocional y a pensar en terminar con su vida y conocer los acontecimientos ocurridos en su contexto familiar y social, que pueden ser factores precipitantes.


También, conocer el sistema de creencias de la persona, si es creyente, qué piensa su familiar respecto al suicidio, la valoración de los padres hacia los hijos, si es una familia con competencias o habilidades para apoyar a sus integrantes en momentos de crisis y la valoración hacia la vida.


Hay que indagar cuál es el rol de la persona en el sistema familiar, si se trata de un hijo o hija sobre quienes se tienen expectativas elevadas, las cuales deben cumplir para satisfacer a la familia o, por el contrario, si es una persona a la que se le tiene marginada y no goza de los privilegios de los demás.


Sin duda, hay que conocer su capacidad para afrontar las frustraciones, la sensación de vacío y los conflictos cotidianos.


Considerado lo antes expuesto, se decide el tratamiento farmacológico y el proceso psicoterapéutico enfocados en superar la depresión.


Hay que dar a conocer y estimular a ejecutar estrategias de afrontamiento frente a las situaciones antes descritas, y orientarlo a la persona para participar en actividades placenteras, resignificar la vida, encontrar en sí misma el sentido de la vida distinto al suicidio y la muerte. 

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