Inseguridad fumigación urbana es mayor que en la agricultura

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SANTO DOMINGO/ DIARIO DE SALUD.-- La inseguridad de las fumigaciones en viviendas y locales comerciales es más grave que las que se realizan en las plantaciones agrícolas, por tratarse de lugares cerrados.


Esta afirmación la hizo el ingeniero agrónomo Yohnny Sánchez, asesor técnico de la Asociación Nacional de Manejo de Plagas Urbanas (Anpu). Precisó que es grave lo que sucede con las fumigaciones en general, por la falta de regulación de parte de las instituciones que tienen a cargo esa situación.


Sánchez indicó que las empresas que se dedican a las fumigaciones urbanas (viviendas, almacenes, supermercados y otros locales comerciales) deben ser reguladas por los ministerios de Agricultura, Medio Ambiente, Salud Pública y Trabajo, y por Pro Consumidor y Defensoría del Pueblo.


Expresó que ninguna de esas instituciones ejercen la potestad que le da la Ley 311-68 para actuar contra las empresas que le causen daños a personas.


“Tampoco le dan seguimiento a las empresas que se dedican a las fumigaciones urbanas y agrícolas, las cuales deben tener un permiso de esas instituciones para trabajar en la fumigación. Ese permiso debe ser renovado anual, cada dos o tres años, dependiendo del criterio del criterio de cada una de las instituciones reguladoras”.


Dijo que la Anpu no tiene registro que ninguna de esas instituciones hayan tomado medidas contra alguna empresa de fumigación que haya provocado daños a personas con los productos que usa, como dice la Ley 311-68, en su artículo 25.

Agregó que el control para evitar las intoxicaciones de personas debe iniciarse con la prohibición de las ventas de los plaguicidas sin recetas profesionales como ordena el artículo 75 del reglamento 322-88, de la ley 311-68.


Consideró que “como asociación entendemos que la contaminación y el riesgo a nivel urbano es más grave y más alto que el de las áreas agrícolas debido a que en las viviendas se hacen aplicaciones de insecticidas en un ambiente cerrado, diferente a lo que pasa en la agricultura, que es a cielo abierto, en donde la degradación del producto es más rápida”.


Sánchez manifestó que no es necesario ni prudente que ocurran tantas intoxicaciones, lo que se corrige usando los servicios de empresas entrenadas y autorizadas para las fumigaciones urbanas.


Recordó que este año 300 personas han resultado con daños por intoxicación de fumigaciones: una en enero (supermercado Olé), otra en junio (en una fábrica de tabaco, en Tamboril), una en julio, en Moca, y la más reciente en Santiago (en una fábrica de cigarros), con más de 100 intoxicados, la mayoría mujeres.


Precisó que esas intoxicaciones se pueden evitar, si las instituciones reguladoras aplican las reglas y se actualizan.



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