
Rodrigo Rocamora, portavoz del Grupo de Epilepsia de la SEN.
MADRID, ESPAÑA / DIARIO DE SALUD.— Los defensores de dietas cetogénicas, como la Dukan, la Atkins o la keto (la última en incorporarse al grupo), aseguran que no solo adelgazan sino que, incluso, son beneficiosas para el control de enfermedades como la epilepsia.
“Estas dietas tienen un efecto sobre el metabolismo cerebral y, por lo tanto, reducen la frecuencia de las crisis epilépticas”, confirma Rodrigo Rocamora, portavoz del Grupo de Epilepsia de la Sociedad Española de Neurología (SEN).
En concreto, con la
dieta modificada de Atkins –puesta de moda por la famosa
Kim Kardashian– se disminuye el consumo de glucosa y se aumenta la ingesta de grasas. “Esto puede hacerse a través de compuestos preparados o escogiendo un tipo de alimentación en la que se conoce qué
proporción de grasas hay respecto a glucosa y carbohidratos”, detalla el neurólogo.
Según Rocamora, “es un tratamiento efectivo para
epilepsia farmacorresistente, pero una de las principales limitaciones es que no cualquier persona está dispuesta a seguir este tipo de dieta durante mucho tiempo”. Por lo tanto, recalca que “es realmente eficaz en
niños y adultos con retraso intelectual severo, que no pueden escoger el tipo de comida que ingieren”.
La adherencia al tratamiento es difícil“Las personas obtenemos placer con la comida y, al tratarse de una dieta estricta de la que no es posible salirse,
la adherencia a este tipo de tratamiento es baja. Comer un chocolate, un caramelo o un helado arruina su efecto”, señala Rocamora. “No obstante, hay adultos con epilepsia muy disciplinados que sí son capaces de mantener estos regímenes durante largos periodos de tiempo”, añade.
Para poder indicar un tratamiento así, es necesario hacer un
estudio metabólico previo para descartar trastornos del metabolismo incompatibles con este tipo de alimentación que puedan provocar daños al paciente. “Tras el
screening, es en la
unidad multidisciplinar de epilepsia donde se pauta la terapia más efectiva. Si se considera que hay que modificar la dieta, dietistas y neurólogos educan a los familiares del paciente sobre cómo controlarla y medir los
cuerpos cetónicos en la orina”, indica el especialista, quien recuerda que este tipo de dietas no se pueden seguir “de cualquier forma”.
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