LONDRES, INGLATERRA/ AGENCIA GDA.- En varios países, la siesta sigue siendo una tradición cultural. Aunque los cambios modernos han reducido esta práctica, aún existen muchos lugares donde se conserva el hábito de descansar por la tarde.
Un reciente estudio realizado por investigadores del University College London (UCL) y la Universidad de la República de Uruguay reveló los beneficios que tomar una siesta regularmente tiene para la salud cerebral, e incluso podría retrasar el envejecimiento del cerebro.
El impacto de las siestas en la salud cerebral
Este estudio, basado en datos del Biobanco del Reino Unido, abarcó a más de 378.000 personas de entre 40 y 69 años.
Los resultados indican que las personas con una predisposición genética a dormir siestas diurnas tienen un volumen cerebral total ligeramente mayor en comparación con aquellos que no las practican.
Este aumento en el volumen cerebral se asocia con una mejor salud cerebral y con una reducción de los riesgos de enfermedades neurodegenerativas.
En palabras de Victoria Garfield, investigadora principal de la Unidad MRC para la Salud y el Envejecimiento a lo Largo de la Vida, “las personas con un volumen cerebral menor son más propensas a presentar niveles más altos de cortisol (la hormona del estrés) o a un diagnóstico de apnea del sueño”.
Además, advirtió sobre los efectos de la contracción cerebral en enfermedades como el Alzheimer: “También observamos una contracción cerebral sustancial en personas con Alzheimer y demencia vascular”, añadió.
¿Cuándo es el mejor momento para descansar?
La investigación también señala que el momento ideal para tomar una siesta corta es entre la una y las cuatro de la tarde.
Este periodo coincide con la caída natural de energía que muchas personas experimentan después del almuerzo, independientemente de haber tenido una buena noche de descanso.
Sin embargo, el estudio destaca que la siesta no debe exceder los 10 a 15 minutos, ya que un descanso más largo puede interferir con el sueño nocturno.
Garfield explicó que el enfoque del estudio en personas de mediana edad, entre 40 y 69 años, responde a la fase en la que comienzan a desarrollarse enfermedades como la diabetes y la hipertensión.
Los beneficios de las siestas, según la experta, son más evidentes cuando se practican de forma regular, ya que contribuyen a la preservación del tamaño cerebral.
Beneficios adicionales de las siestas cortas
Más allá del impacto en el volumen cerebral, las siestas cortas también tienen beneficios inmediatos. El estudio comprobó que dormir entre 5 y 15 minutos durante el día puede mejorar el rendimiento mental, con efectos positivos que pueden durar hasta tres horas después de despertarse. Estos beneficios incluyen una mayor vigilia, mejor memoria y mayor velocidad de procesamiento a corto plazo.
El descanso breve no solo favorece el cerebro, sino que también relaja el sistema nervioso, lo que ayuda a reducir los niveles de cortisol, la hormona del estrés.
Garfield concluye que cualquier hábito que preserve la salud cerebral, como dormir siestas de forma regular, es positivo para mantener el cerebro joven el mayor tiempo posible.
La Nación (Argentina) / GDA.
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