Una enfermedad que afecta más a hombres jóvenes

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SANTO DOMINGO / DIARIO DE SALUD.-- La espondilitis anquilosante es una enfermedad que afecta más a hombres entre los 20 y 30 años de edad, y de la que no se conoce la causa específica que la provoca.



También, este mal afecta con mayor frecuencia a las personas que presentan en sus células una señal específica que se transmite por herencia genética y se denomina “antígeno HLA B27”, que parece causar una respuesta anormal de la persona a la acción de determinados gérmenes, por lo que el riesgo de padecer la enfermedad es mayor si un miembro de la familia (padre o hermano) la desarrolla, según se explica en un comunicado de prensa difundido por la farmacéutica Pfizer.



Síntomas


De acuerdo al comunicado, lo primero que nota la persona que tiene espondilitis anquilosante suele ser un dolor lumbar, que se produce por la inflamación de las articulaciones sacroilíacas y vertebrales. Esta molestia es de tipo inflamatorio y se manifiesta de forma lenta y paulatina, no pudiendo precisarse con exactitud el instante en el que comenzó el síntoma.



“El dolor lumbar aparece cuando el paciente se encuentra en reposo, mejorando con la actividad física. De esta forma el dolor suele ser máximo en las últimas horas de la noche y en las primeras de la madrugada, cuando el paciente lleva un largo rato en la cama. Esto obliga a la persona a levantarse y caminar para notar un alivio e incluso la desaparición del dolor”, asegura la farmacéutica.



Con el paso del tiempo, indica, el dolor y la rigidez pueden progresar a la columna dorsal y al cuello.



De igual forma, las vértebras se van fusionando, la columna pierde flexibilidad y se vuelve rígida, limitándose los movimientos de esta. La caja torácica también puede afectarse, produciéndose dolor en la unión de las costillas al esternón y limitándose la expansión normal del pecho (al hinchar los pulmones) y dificultando la respiración.



La inflamación y el dolor también pueden aparecer en las articulaciones de las caderas, hombros, rodillas o tobillos, o en las zonas del esqueleto donde se fijan los ligamentos y los tendones a los huesos (dolor en el talón, en el tendón de Aquiles.)



Otros problemas


Según el comunicado de Pfizer, la espondilitis anquilosante es una enfermedad sistémica, por lo que puede afectar otros órganos del cuerpo.



En algunas personas puede causar fiebre, pérdida de apetito, fatiga e incluso inflamación en órganos como pulmones y corazón, aunque esto último ocurre muy raramente.



Además, puede haber una disminución de la función de los pulmones al disminuir la elasticidad del tórax lo cual, combinado con el tabaco, puede deteriorar la capacidad para respirar.



Diagnóstico


El diagnóstico de la enfermedad se basa en los síntomas y en la exploración física. Para confirmarlo se realizan radiografías de la pelvis y la columna vertebral, para ver los cambios que ha producido la inflamación en las sacroiliacas y las vértebras.



Sin embargo, a veces estos cambios radiológicos aparecen con una demora más o menos grande con respecto al inicio de los síntomas.



Actualmente no existe ningún tratamiento capaz de curar definitivamente la enfermedad. Pero sí existen una serie de medicamentos eficaces y técnicas de rehabilitación que alivian el dolor y permiten una buena movilidad, con el objetivo de recuperar la calidad de vida.



Medidas para evitar dolor


La práctica deportiva que permita la extensión de la espalda y que mantenga la movilidad de los hombros y caderas, es muy recomendable. En ese sentido, la natación es el mejor ejercicio, porque con ella se ejercitan de una forma equilibrada todos los músculos y articulaciones de la espalda, susceptibles de lesionarse por la enfermedad.



En algunos pacientes con espondilitis anquilosante con una evolución más importante y cuando se ven afectadas otras articulaciones, además de la columna vertebral, puede ser útil la administración de los “tratamientos biológicos”, que son medicamentos potentes dirigidos específicamente a los componentes de la respuesta inmunológica que están interviniendo en la enfermedad.


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