La contaminación atmosférica daña el ADN y contribuye al cancer de pulmón

Un estudio en el que participa el CNIO muestra por primera vez la relación entre el cáncer de pulmón y el daño en el ADN que provoca la contaminación atmosférica. Este efecto podría ser la clave del aumento de este cáncer en personas no fumadoras.
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La contaminacion atmosferica dana el ADN y contribuye al cancer de pulmon

La contaminación atmosférica de las ciudades contribuye al cáncer de pulmón también en personas no fumadoras. / Unsplash


CALIFORNIA, EE.UU./ AGENCIA SINC.- Una cuarta parte de los casos de cáncer de pulmón se dan en personas que no han fumado nunca. ¿Cuál es la causa de estos cánceres? Un estudio que analiza las alteraciones genéticas (mutaciones) en tumores de 871 personas no fumadoras de cuatro continentes apunta a la contaminación atmosférica como una de las posibles causas.

 

La investigación, publicada hoy en Nature, muestra por primera vez la relación entre el cáncer de pulmón y el daño que provoca en el ADN el respirar aire contaminado.


El estudio está dirigido conjuntamente por Ludmil Alexandrov, de la Universidad de California en San Diego, y Maria Teresa Landi, del Instituto Nacional del Cáncer (NCI) de los Institutos Nacionales de Salud (NIH) estadounidenses, además de los investigadores Marcos Díaz-Gay y Pilar Gallego García, del Centro Nacional de Investigaciones Oncológicas (CNIO).



Cáncer de pulmón en no fumadores


El consumo de tabaco disminuye en muchas partes del mundo, pero las estadísticas globales sobre el cáncer alertan de un aumento de casos de cáncer de pulmón en personas que nunca han fumado. Es un tipo de cáncer que afecta especialmente a mujeres de origen asiático, y tiende a ser más frecuente en el este de Asia que en países occidentales.


“Observamos esta preocupante tendencia de que quienes nunca han fumado desarrollan cada vez más cáncer de pulmón, y no entendíamos por qué. Nuestra investigación demuestra que la contaminación atmosférica está estrechamente relacionada con el mismo tipo de mutaciones del ADN que solemos asociar al tabaquismo”, dice Alexandrov.


“Es un problema mundial urgente y creciente”, añade Landi, epidemióloga de la División de Epidemiología y Genética del Cáncer del NCI. “La mayoría de los estudios anteriores sobre cáncer de pulmón no diferencian entre los datos de fumadores y de no fumadores, lo que ha limitado la identificación de factores de riesgo en estos pacientes. Nuestro estudio recopila datos de no fumadores de todo el mundo, y utiliza la genómica para rastrear qué exposiciones podrían estar causando estos cánceres”.


Estudios anteriores demostraron un vínculo epidemiológico entre la contaminación atmosférica y el cáncer de pulmón en personas no fumadoras, pero la nueva investigación va más allá al mostrar un vínculo genómico.


Análisis de tumores de todo el mundo


El equipo analizó los tumores de pulmón de 871 personas que nunca habían fumado y vivían en 28 regiones de África, Asia, Europa y Norteamérica con distintos niveles de contaminación atmosférica. Se secuenció el genoma completo de los pacientes e identificaron distintos patrones de mutaciones del ADN —conocidos como firmas mutacionales, que son como huellas moleculares de exposiciones ambientales pasadas.


Cuando se combinaron estos datos genómicos con estimaciones de contaminación atmosférica (basadas en la medición de partículas finas por satélite y en superficie), descubrieron que los no fumadores que vivían en entornos más contaminados presentaban un número significativamente mayor de mutaciones en sus tumores de pulmón. Por ejemplo, estas personas presentaban 3,9 veces más mutaciones relacionadas con el tabaquismo y un 76 % más de mutaciones relacionadas con el envejecimiento.


Esto no significa que la contaminación provoque una “firma mutacional de contaminación atmosférica” única per se, sino que aumenta el número total de mutaciones, explica Díaz-Gay, del CNIO.


Más mutaciones y telómeros más cortos


“Vemos que la contaminación atmosférica se asocia a un aumento de las mutaciones somáticas, incluidas las que corresponden a firmas mutacionales conocidas atribuidas al tabaquismo y al envejecimiento”, añade Díaz-Gay.


Los investigadores también observaron que cuanta más expuesta estaba una persona a la contaminación, más mutaciones había en su cáncer de pulmón. También presentaban telómeros más cortos —los capuchones protectores de los extremos de los cromosomas—, un signo de envejecimiento celular acelerado.


Además de la contaminación atmosférica, los investigadores identificaron otro riesgo ambiental: el ácido aristolóquico, un carcinógeno presente en ciertas hierbas medicinales tradicionales. Se encontró una firma mutacional específica vinculada al ácido aristolóquico casi exclusivamente en casos de cáncer de pulmón de taiwaneses que nunca habían fumado.


Aunque el ácido aristolóquico se ha relacionado anteriormente con cánceres de vejiga, gastrointestinales, renales y hepáticos por ingestión, éste es el primer estudio que aporta pruebas de que puede contribuir al cáncer de pulmón.


Firmas mutacionales desconocidas


El grupo identificó además una nueva firma mutacional en mayor proporción en cánceres de pulmón de personas no fumadoras respecto a fumadoras. Su causa es desconocida: no se correlaciona con la contaminación atmosférica, ni con ninguna otra exposición ambiental conocida. “La observamos en la mayoría de los casos de este estudio, pero aún no sabemos a qué se debe”, afirma Alexandrov. “Esto es algo totalmente distinto, y abre un área de investigación completamente nueva”.


De cara al futuro, los investigadores están ampliando su estudio para incluir casos de cáncer de pulmón en no fumadores de América Latina, Oriente Medio y más regiones de África. Los investigadores también están centrando su atención en otros riesgos potenciales. Uno de ellos es el consumo de marihuana y cigarrillos electrónicos, sobre todo entre los jóvenes que nunca han fumado tabaco.


El nuevo grupo del CNIO estudiará también otros riesgos ambientales, como el radón y el amianto, en colaboración con otros grupos en España. Además, recopilarán datos más detallados sobre la contaminación a escala local e individual.


Referencia:


Ludmil Alexandrov et al. “The mutagenic forces shaping the genomes of lung cancer in never smokers”. Nature (2025).


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