SANTO DOMINGO, RD/ DIARIO DE SALUD.- Todos sabemos que no hay garantías en la vida, incluso si puedes prevenir el cáncer de próstata. Sin embargo, eso no significa que estés indefenso. La investigación continúa y, a veces, es contradictoria, pero muchos expertos coinciden en una cosa: adoptar hábitos de vida saludables puede ayudarte a reducir el riesgo y mejorar tu bienestar general.
Así es como se ve eso en la vida cotidiana:
Reconsidera tu consumo de grasas
Algunos estudios han sugerido un posible vínculo entre las dietas ricas en grasas y el riesgo de cáncer de próstata, especialmente cuando se trata de grasas saturadas que se encuentran en la carne roja y los productos lácteos enteros. Aunque la ciencia no es concluyente, reducir tu consumo de grasa tiene otros beneficios como apoyar la salud del corazón y ayudar con el control del peso.
Cómo empezar:
Haz de las frutas y verduras las protagonistas de tu plato
Comer más frutas y verduras es una excelente forma de aumentar la ingesta de antioxidantes, fibra y compuestos vegetales. Estas sustancias importantes presentes en estos alimentos pueden ayudar a proteger tus células del daño. Aunque no se ha demostrado que prevengan directamente el cáncer de próstata, apoyan la función inmunológica y la salud en general.
Prueba esto:
Algunas investigaciones han indicado una posible conexión entre los hombres que consumen grandes cantidades de lácteos y un mayor riesgo de cáncer de próstata, aunque los resultados siguen siendo mixtos. Es importante notar que el posible riesgo, si existe, parece ser bajo. Sin embargo, vale la pena prestar atención al tamaño de las porciones para mantenerte informado y en control de tu salud.
Un cambio sencillo:
Mantén tu Peso Bajo Control
El exceso de peso—especialmente la obesidad—se ha asociado con una mayor probabilidad de que los hombres sean diagnosticados con una forma agresiva de cáncer de próstata. Mantener un peso corporal saludable no se trata solo de la apariencia; puede influir en los niveles hormonales y la inflamación, lo que puede afectar el riesgo de cáncer.
Para mantener o perder peso:
La actividad física no solo tonifica los músculos: también puede mejorar la función inmunológica, regular los niveles hormonales y ayudar con el control del peso. Varios estudios han demostrado que los hombres físicamente activos suelen tener un menor riesgo de desarrollar cáncer de próstata.
Para comenzar:
Aunque la relación entre fumar y el cáncer de próstata no está firmemente establecida, algunas investigaciones sugieren que los fumadores podrían tener más probabilidades de experimentar recurrencia o progresión del cáncer. Si ya tienes cáncer de próstata, fumar podría hacerlo más agresivo.
Si fumas:
Conoce tu riesgo personal
Los antecedentes familiares importan. Si tu padre, hermano u otro familiar cercano ha tenido cáncer de próstata, tu propio riesgo podría ser más alto. En esos casos, podría recomendarse una detección más proactiva o incluso medicamentos.
Toma acción:
Conclusión
Aunque no existe una fórmula mágica para prevenir el cáncer de próstata, cuidar tu cuerpo te pone en una posición más fuerte—no solo para prevenir el cáncer, sino para una salud a largo plazo. Los pequeños cambios sostenibles marcan la diferencia. Comienza donde estás, y avanza desde ahí.
Urólogo oncológico y cirujano robótico, con formación en oncología y prostatectomía radical robotica.
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