¿Cómo influye el peso en los ronquidos?

Normalmente quien ronca no se entera de esta situación, sino la persona que está cerca. Esto significa que en este tema de la relación de los ronquidos con el peso puede que se afecte tanto el que ronca como el que no duerme bien por los ronquidos. En otro artículo hablaremos del sueño como principal tópico pero hoy se lo dedicamos “al que ronca”.

Aunque el ronquido puede aparecer en personas con peso normal, actualmente uno de los criterios para definir la obesidad es el índice de masa corporal (IMC) y quienes tienen un IMC elevado tienen mayor riesgo de apnea obstructiva del sueño, de ronquidos y de otros trastornos con el sueño. Puede darse por muchas causas pero el depósito de grasa en los tejidos que rodean las vías respiratorias superiores reducen el lumen de las vías y aumentan el colapso de ellas durante el sueño produciendo este sonido.

Dentro de sus consecuencias incluimos a la enfermedad cardiovascular (infarto de miocardio, accidente cerebrovascular y arritmias), los dolores de cabeza, sueño ligero y por tanto fatiga o cansancio.

¿Cuál es una estrategia eficaz para reducir o minimizar los ronquidos? Bajar de peso. Aunque no es la única herramienta de tratamiento, es sin dudas, una de las principales que podría resolver por completo este problema. La estrategia a seguir depende de cada paciente para conseguir la sostenibilidad en los ajustes.

Existen también propuestas sobre limitar algunos alimentos, que en exceso, podrían promover la inflamación y aumentar las secreciones mucosas que obstruyen las vías aéreas. Algunas son:

• Limitar el exceso de lácteos. El exceso de quesos, leche entera y sus derivados (ej. mantequilla) promueve la mayor producción de mucosidad.

• Grasas saturadas. Si, a ti que te encuentras consumiendo carnes, embutidos como tocineta, salchichas y salami sin compasión por alguna tendencia dietética, debes saber que este tipo de alimento es altamente inflamatorio y por tanto promueve la mayor aparición de ronquidos.

• Azúcar. Tanto la refinada que agregamos a jugos y repostería, como la que se produce al consumir grandes cantidades de harinas refinadas como pan o pastas, estimula la liberación de sustancias inflamatorias que promueven los ronquidos.

El alcohol no es un alimento, pero también empeora la aparición de ronquidos de forma significativa y la explicación de ésto tiene que ver con que se relaja la musculatura de las vías aéreas, entendiendo que el alcohol es un ‘antidepresivo o relajante’, impidiendo mantener las vías permeables. 

La resistencia respiratoria aumenta por el peso y la gravedad de estar acostados y esto aumenta considerablemente en el contexto del consumo de alcohol. 

Esto explica por qué algunas personas sólo roncan luego de ingerir alcohol y sin duda también guarda relación con un hábito que contribuye al exceso de peso.

Si no lo tenías pendiente, es momento de incluir una razón más a tu lista de motivaciones sobre la importancia del control de peso.

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Dra. Erika Pérez-Lara Doctora en Medicina. Especialidad en Nutriología Clínica en INTEC. Master en Nutrición y Alimentación en Universidad de Barcelona (UB).

erikapereznutricion@gmail.com