El Covid dispara los casos de sarna "persistente" y "resistente"

Dermatología advierte que el nuevo coronavirus ha multiplicado por 10 los casos de escabiosis en las consultas
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DERMATOLOGO


REDACCIONMEDICA.COM.- La sarna o escabiosis ha sido una de las enfermedades que más ha crecido en las consultas de Dermatología en España durante la pandemia del Covid-19


Tal y como señalan los expertos, los casos se han multiplicado por 10 y, debido al confinamiento y el retraso de los tratamientos, han surgido tipos de sarna más “persistentes” y más “resistentes”.


Al respecto, Miquel Casals, de la unidad de Dermatología Pediátrica y Servicio de Dermatología del Hospital Universitari de Sabadell, Barcelona, advierte que la sarna se ha convertido en un brote epidémico dentro de una pandemia, algo que reflejó en su publicación  ‘Sarna: una epidemia dentro de una pandemia'.

“Antes de la pandemia yo podía ver un caso de sarna cada uno o dos meses. Con la evolución de la crisis sanitaria he llegado a ver más de 10 casos al mes. Con lo cual, por dar una cifra relativa, la incidencia de la sarna se ha multiplicado por 10 durante el último tiempo como mínimo. Por eso hablamos de un brote epidémico”, señala.

Sobre la alta incidencia de casos, el experto afirma que “los motivos que pueden justificar este fenómeno se debe en primer lugar al confinamiento, el cual motivó a que millones de personas se tuvieran que quedar encerradas en sus casas y con un mayor contacto entre los convivientes.


En este sentido, sabemos que la sarna es una parasitosis que se transmite por contacto directo, piel con piel, pero también se puede transmitir el ácaro que provoca esta enfermedad a través de restos que puedan quedar, por ejemplo, en las costuras de un sofá, o en la cubierta de una cama o de un sillón.


Entonces, si nos ponemos en una situación de confinamiento, en el cual diversos individuos conviven en un espacio cerrado y en un tiempo prolongado, aumenta el riesgo que si alguno de ellos presenta esta entidad lo pueda transmitir al resto”, señala el dermatólogo.

Otro de los puntos que el especialista añade a la alta incidencia de casos de sarna es que la profesión médica se volcó en la atención de los pacientes enfermos por coronavirus y no se pudo diagnosticar, ni seguir, ni tratar a estos pacientes fácilmente.

“Los medios para diagnosticar se redujeron y fueron rudimentarios por no haber citas presenciales. Reclamar asistencia médica convencional fue muy difícil. En muchos casos se tuvo que atender por vía telefónica y, desde luego, diagnosticar una sarna por esa vía es muy complicado. Otra dificultad es que la atención no solo se hace a la persona afectada, sino que también se tiene que realizar a los convivientes.


En el manejo de la sarna es tan importante tratar al caso índice, es decir a la persona que empezó a manifestar los síntomas, como tratar a todos los demás”, argumenta Casals.


Instituciones cerradas


El especialista explica que previo a la pandemia del Covid, los casos de sarna se generaban en instituciones cerradas como residencias de ancianos, hospitales, penitenciarías, albergues o centros de acogida a personas migrantes. “Lugares donde hay mucha gente hacinada y donde una persona con sarna puede transmitir fácilmente al resto la infección”, agrega.


En este hilo, Casals explica en su artículo que los brotes de sarna en medio de la pandemia se han comportado como “auténticos brotes institucionalizados”, porque al ser grupos de personas y en encierro, el comportamiento fue como el de los contagios que se generan en instituciones cerradas como las anteriormente mencionadas.


Tratamiento de la sarna

Al no poder atender al grupo de pacientes con sarna, se ha retrasado el diagnóstico de la infección y a su vez el tratamiento. En este contexto, el especialista señala que antes de la pandemia la mayoría de los casos de sarna respondieron bien y fueron sensibles al tratamiento con tópico con cremas de permetrina, que son unas sustancias que se utilizan para eliminar el parásito.

Sin embargo, Casals cuenta que con la pandemia del coronavirus, por la falta de atención médica a este tipo de pacientes, los tratamientos se han realizado más tarde, con lo cual la respuesta ha sido peor. “Con esta situación nos hemos encontrado con casos de sarna persistente y resistente que no mejoran con el tratamiento convencional y hemos tenido que aplicar un fármaco vía oral”, sentencia. 

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