Salud Preventiva: Hígado graso: las dos caras de una moneda

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Hospital General de la Plaza de la Salud


RD/DIARIO DE SALUD.- Hay dos tipos principales: enfermedad del hígado graso no alcohólico.


Si el hígado graso no se controla, puede convertirse en una enfermedad hepática.


Rotando por el área de imágenes, en la Escuela de Medicina, con frecuencia aparecía hígado graso, entonces esto no representaba un dato relevante en la evaluación de los pacientes, era considerado un hallazgo incidental, nadie buscaba expresamente el hígado graso como una condición que implicase establecer una ruta terapéutica y seguimiento.


De ese momento de la historia, quedan remanentes en la mente de algunos pacientes, que no lo consideran un diagnóstico relevante. La evidencia actual, ha marcado cambios contundentes en el significado de esta etiqueta diagnóstica.


El aumento sustancial y progresivo de la tasa mundial de obesidad, ha obligado a la comunidad médica a prestar especial atención en las enfermedades que la rodean y a convertirnos en expertos en el manejo de las mismas y no es para menos, ya que tendremos que lidiar con ella y sus comadres, por mucho tiempo.


No es pesimismo, es la realidad que muestran los números, cuando evaluamos la incidencia y prevalencia de obesidad en niños, porque evidentemente, ¡no tendremos niños obesos y adultos sanos! La obesidad infantil, representa adolescentes y adultos jóvenes con hipertensión, diabetes, insuficiencia renal, complicaciones cardiovasculares y muertes prematuras por enfermedades crónicas, que son prevenibles.


A mayor tiempo permanezca una persona en obesidad, más complejo es el manejo y mayores las consecuencias a largo plazo. ¡Los individuos somos integrales, no podemos vernos por órganos! Porque la falla en un punto de la estructura corporal, impactará en todo lo demás.

Dentro del diagnóstico, hay dos perfiles:


Hígado graso alcohólico.

Se refiere al depósito de grasa, dentro de las células hepáticas, debido al consumo de alcohol.


Hígado graso no alcohólico.

Es la infiltración de grasa en las células hepáticas, en ausencia o bajo consumo de alcohol.



¿Cuándo acudir a la consulta?


Si vives en sobrepeso u obesidad a predominio abdominal , tienes manchas oscuras en el cuello, y los pliegues cutáneos (acantosis nigricans), has sido diagnosticado y medicado por trastornos del colesterol o diabetes, tienes dolor o molestia bajo la costilla derecha. Recuerda, no necesitas sentirte enfermo para hacer una visita a tu médico de cabecera.


¿Qué hacemos en consulta?


Clasificar si se trata de un paciente metabólico, hepático o ambos. Hacemos un perfil de laboratorios y una sonografía abdominal. 


Nos apoyamos en calculadoras biológicas para definir resistencia a la insulina y riesgo de fibrosis entre otros. 


La detección temprana de fibrosis es la clave, para poder detener la progresión. La sonografía abdominal es el método más accesible que tenemos, aun con sus limitaciones, como el peso de la experiencia de quien la realiza, el grado de obesidad del paciente, y el nivel de la ocupación grasa.


¿Cuál es la ruta terapéutica?


Tras identificar si eres un paciente metabólico o hepático, hacemos una categorización de los riesgos, para definir, si el manejo y continuidad de la evaluación se hará por medicina familiar o si es necesario apoyarnos en otras especialidades.

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