Realidades sanitarias

Por Dr. Sergio Solís Taveras

Secretario General Movimiento Médico Dr Dario Contreras CMD.
Analista sanitario

La explosión demográfica, la poca valoración de los programas de educación y promoción en salud, eso conlleva la enseñanza de una real y buena nutrición, programas de salud mental, programas de saneamiento ambiental como  la deposición de basura y desechos humanos, manipulación de agua y alimentos constituyen una peligrosa alerta sanitaria.

Igualmente, la poca voluntad de las autoridades en vigilar y controlar el planeamiento urbano o sea la permisibilidad a los ciudadanos para que construyan sus viviendas en asentamientos humanos sin los servicios básicos de sobrevivencia.

Este es el origen del un gran caldo de cultivo donde nacen y se propagan muchas enfermedades.

Las componendas entre autoridades y negociantes de licor, drogas y juegos de azar que dañan la salud colectiva se suman a esta problemática.

La medicina familiar y la comunitaria brillan por su ausencia a sabiendas del papel que juegan como protagonistas de la medicina preventiva.

La poca voluntad de frenar a través de programas de concientización de embarazos en adolescentes dominicanas y haitianas desgasta los presupuestos sanitarios.

Los pocos controles de la dirección de espectáculos públicos en cuanto a la propagación de música y propagandas que enferman la salud mental de las multitudes, etc. empeora el asunto.

Y es que la salud publica es una estructura compleja que involucra lo integral.

Conociendo esto podemos concluir que uno de los grandes problemas de salud pública es no asumir su papel como institución,  cambiando su rol por preferencial el negocio económico a través de estructuras de acero que solo responden al poder de las componendas entre los sectores políticos y económicos, cuyo unico objetivo es que esos grupos envueltos ganen cuantiosas fortunas económicas, dejando de lado el valor de los técnicos formados para dar respuesta a los grandes desafíos del proceso salud enfermedad, retomando lo real solo  cuando hay presiones irreversibles de virus, bacterias, hongos, etc donde hay que buscar respuestas rápidas y contundentes para solucionar la problemática.

 Los programas sanitarios, comunitarios y familiares sufren la realidad del poco apoyo y la precariedad presupuestaria, sufren la realidad de las luchas de intereses económicos que anteponen el bienestar de la salud de las grandes mayorías por su afán de riquezas y lucro.