Anuncian nuevos usos para la terapia con ondas de choque

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Por José Manuel Castillo

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SANTO DOMINGO, RD/DIARIO DE SALUD.-La Sociedad Española de Tratamientos con Ondas de Choque (SETOC) ha anunciado nuevos usos para esta terapia, basada en el empleo de ondas acústicas que poseen una frecuencia y densidad de energía superior a la de los ultrasonidos.

La mayoría de los tejidos presentan propiedades acústicas similares a las del medio acuoso, donde dichas ondas de presión se expanden siguiendo las leyes de la acústica y se propagan por el cuerpo sin ocasionar daños a los tejidos circundantes.

Los impulsos mecánicos que se desencadenan en el organismo tienen un efecto biológico que incide en la fragmentación de calcificaciones, se estimula la formación de callo óseo en fracturas no consolidadas y se forman nuevos vasos sanguíneos que facilitan la regeneración y revitalización de los tejidos.

Durante más de 30 años la terapia de choque se ha empleado exitosamente en la desintegración de cálculos en las vías urinarias, pero en la actualidad ha demostrado ser también efectiva en el tratamiento de patologías del sistema músculo-esquelético.

Entre las principales patologías que pueden ser tratadas por esta vía se encuentran el retardo en la consolidación ósea, pseudoartrosis, fractura de estrés o por sobrecarga. También patologías tendinosas como la tendinopatía calcificada del hombro, epicondilitis (codo de tenista), trocanteritis, tendinopatía rotuliana y del Aquiles, así como fascitis plantar con o sin espolón calcáneo.

Estas ondas poseen la capacidad de regenerar tejidos de articulaciones, superficiales y profundas, con mejores resultados que otras terapias convencionales. Además de su empleo en huesos y tendones, ha demostrado resultados positivos en la regeneración cutánea para tratar lesiones agudas y crónicas de la piel como úlceras por presión, úlceras venosas y arteriales, úlceras diabéticas, quemaduras, lesiones cutáneas post-traumáticas y post-quirúrgicas.

Mediante la estimulación de los factores de neo vascularización y crecimiento se consigue la elevación del riego sanguíneo en el área tratada y se reinician procesos de curación de lesiones crónicas además de la reducción de procesos inflamatorios, afirmó la SETOC.

Otra buena noticia que celebra la sociedad científica española es que los ensayos clínicos en animales y estudios iniciales en seres humanos también apuntan a que la terapia de choque incide en la regeneración de lesiones isquémicas del miocardio.

A raíz de estos hallazgos, los científicos aseguran que las áreas donde se emplee este tipo de terapia pudieran seguirse incrementado en los años venideros.

Entre las facilidades de su uso está la capacidad de aplicarla de manera desfocalizada y también focalizada, donde se pueden establecer diferenciaciones de alta o baja energía.

Las ondas de alta energía, empleadas para patologías tendinosas con calcificaciones y patologías óseas, requieren, por lo general, de equipos de Rayos X o ecógrafos que permitan la localización precisa de la zona a tratar y el procedimiento se realiza en áreas quirúrgicas o acondicionadas para este fin. Los equipos de baja energía, en cambio, se emplean en consulta para el tratamiento del resto de las patologías.

Entre las contraindicaciones para el uso de esta terapia se encuentran la existencia de tumores malignos o fetos en el área a tratar. Se desaconseja también su empleo en áreas cercanas al pulmón, cerebro, huesos que no hayan completado aún su crecimiento o ante la existencia de de una alteración grave de la coagulación.

La doctora Anunciación Español Barrull, responsable de la unidad de Ondas de Choque del ICATME en el Hospital Quirón Dexeus de Barcelona, explicó que los efectos secundarios, cuando el equipamiento se emplea de manera correcta, son mínimos y se solucionan por sí solos: aumento transitorio del dolor, edema, enrojecimiento y hematomas en la zona de aplicación.

De manera excepcional, sin embargo, las ondas de alta energía pueden ocasionar ruptura de tendón, osteonecrosis, lesiones de vísceras (neumotórax, riñón, intestino, bazo), o lesiones neurovasculares. Por este motivo, es importante que esta terapia siempre sea aplicada por médicos.