MOSCU, RUSIA/ DIARIO DE SALUD.- Denis Rebrikov es un biólogo molecular ruso del que no se sabía mucho hasta esta misma semana. Un artículo en la revista Nature advertía de que este relativamente poco conocido científico (su índice h es 5) planeaba editar genéticamente embriones humanos para inactivar el gen CCR5.
21 por ciento más de mortalidad por cualquier causa
Reprobación unánime
El anuncio de He Jiankui fue reprobado unánimemente: la tecnología Crispr no está lo suficientemente desarrollada como para ser segura de utilizar en humanos. En otras palabras, las consecuencias de la modificación de ese gen son imprevisibles. Lo peor es que es una mutación que las gemelas chinas transmitirán a sus descendientes (si la edición genética no la revierte en un futuro).
Según Nature, Rebrikov encabeza un laboratorio de edición genética en Rusia y afirma que tiene un método más seguro de edición genética, que le permitirá conseguir sus objetivos en un 50 por ciento de los casos.
Comunicado de la comunidad investigadora
Ante este anuncio, tres asociaciones internacionales que integran a investigadores en el ámbito de la edición genética (la Asociación para la Investigación y Desarrollo Responsable en Edición Genómica, el Gremio de Escritores sobre el Genoma y la Sociedad Japonesa para la Edición Genómica) han emitido un comunicado rechazando este paso.
“La edición genética mediante Crispr es una herramienta muy poderosa para modificar la secuencia de ADN”, indican las tres sociedades, “pero, desafortunadamente, no estamos capacitados para controlar el resultado de estos experimentos genéticos”.
Por ello, conminan a las autoridades a hacer un seguimiento cercano de este investigador “y de otros como él que quieren llevar a cabo tan irresponsables experimentos”, exigen la implantación de un marco internacional que regule la edición genética en embriones, y hacen un llamamiento a agencias supranacionales como la ONU o la OMS para promover declaraciones universales con estos objetivos, colaborando con sus Estados miembro.
“La revolución de la edición genómica con Crispr tiene un tremendo potencial para llevar beneficios y curaciones al ser humano”, señalan las sociedades, “pero su deliberado mal uso puede traer inquietud, ansiedad y desconfianza. Como sociedad, debemos oponernos frente a cualquier intento de utilizar estas técnicas de forma prematura, peligrosa e irreversible para los seres humanos”.
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