Ignacio Hernández Medrano
NUEVA YORK,EE.UU. / DIARIO DE SALUD.-- Los avances tecnológicos aplicados a la sanidad son una realidad en hospitales de Reino Unido y Estados Unidos y pronto podrían serlo en España. Así lo piensa Ignacio H. Medrano, neurólogo en el Hospital Ramón y Cajal y fundador de Savana, que cree que la experiencia en otros países demuestra que es algo factible. Los chatbots y las plataformas de Big Data pronto pueden ser una realidad en el Sistema Nacional de Salud español.
Chatbots
Una de las grandes revoluciones, según el experto, serán los 'chatbots': "Probablemente vamos a vivir un auge de este tipo de inteligencia artificial para atender los síntomas de los pacientes de una manera más automatizada y poder hacer cribados", explica Medrano, que cree que podría implantarse a corto plazo: " Aunque suene futurista, no lo es. En Reino Unido llevan cuatro meses probando uno con la población general que ha visto ya a 20.000 pacientes y a miles de ellos les ha evitado ir al médico y a otros les ha sugerido ir directamente a la farmacia". Se trata de un chat escrito en el que te contesta un robot programado en identificación de patrones que imita la inteligencia clínica. "Da respuesta, por ejemplo, al colapso en urgencias, en Reino Unido lo pusieron en marcha ante una avalancha de gripe", concisa el fundador de Savana.
"Las aplicaciones móviles destinadas a personas con artrosis o diabetes, por ejemplo, van a entrar en la rutina de la consulta sin estar tan rechazadas por los profesionales y teniendo en cuenta que se trata de un dato más que hay que integrar para mejorar una interacción con el paciente", considera Madrano, que cree que este tipo de aplicaciopnes sirven "para objetivar la recogida de datos. Esto está listo, solo hace falta incorporarlo".
En esa misma línea, señala el experto, están los sensores de medición: "Cada vez serán menos anecdóticos para convertirse en algo más serio. Son pequeños tatuajes o calcomanías, pequeños chips, que te pones en la piel y permiten hacer mediciones, como de la frecuencia cardiaca o rla espiración. Los escandinavos ya los están utilizando", advierte Medrano, optimista en su aplicación en España.
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