Decido ser feliz

Cuando el padre elige a su hijo, aprende a gozar de esos pequeños detalles y cada día ve una oportunidad de ser mejor. 

La felicidad no se da por sí sola, se debe desear y luchar por ella poniendo todo el corazón.

¡La felicidad es algo que se decide! Está presente, sólo hay que tomarla.

El padre feliz ama a su hijo y se enorgullece de él. No se guía por las expectativas de los demás y ríe de las caras de asombro de otras personas ante las diferentes situaciones que acarrea a su hijo, las cuales, lejos de bizarras pueden ser simpáticas.

La palabra "autismo" no es tabú, así son ellos y debemos enseñar a la sociedad a no sentirles compasión sino más bien, aceptarlos como lo harían con cualquier otro niño.

Si les llama la atención cuando lo ven, es precisamente porque no están acostumbrados a ello, lo cual, tiene una simple solución: ¡salgan de sus casas y preséntelos a la sociedad!

Personalmente, yo adoro a mi hijo y me siento muy orgulloso de él.

Más de una vez gente cercana a mí me ha comentado que tengo un amor enfermizo por mi hijo. ¿Por qué se considera enfermizo? ¿Si el niño fuese regular, entonces sí estaría justificado?

El mundo empezará a ser mejor cuando se pueda comprender que es más importante ejercer una paternidad para uno mismo que una "paternidad responsable". La segunda no implica necesariamente la primera, pero de la primera siempre se deriva forzosamente la segunda.

Las páginas de la vida se escriben a diario, hoy es el momento, mañana formará parte del pasado y no volverá.

Francisco Javier Garza "Autismo Manual Avanzado para Padres".

De: KaLeIdOsCoPiO LuNaR- AuTiSmO

De: Autismo Un Mundo Diferente

Tomado de "Contenidos para Crecer" de la RedParaCrecer.org