Farmaconal: La receta que resultó exitosa en la industria farmacéutica dominicana

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SANTO DOMINGO, RD/ DIARIO DE SALUD.-- En la historia de Farmaconal hay un componente importante, como suele ocurrir en toda fórmula: trabajo constante. En 1970, la residencia de la familia Asbún se convirtió en el centro de operaciones de la pequeña empresa que comenzó importando material médico gastable para ser comercializado directamente a clínicas y farmacias.


El matrimonio formado por el Dr. Wady Asbún y Nelly Khoury de Asbún era el equipo perfecto que se complementaba cada día con una agenda bien planificada: mientras él daba clases en la UASD y desarrollaba fórmulas químicas que posteriormente vendía, ella se encargaba de llamar a los clientes para ofrecerles productos y los atendía en la tienda, en compañía de los primeros empleados que tuvieron. El desarrollo de la empresa terminó superando cualquier expectativa, por lo que al Dr. Asbún no le quedó otra alternativa que renunciar a sus otras obligaciones para dedicarse solamente a Farmaconal.


Así inicia la historia de esta empresa que ya tiene casi medio siglo de existencia y que, en la actualidad, está bajo la responsabilidad de la segunda generación familiar, en la figura de Wady Luis Asbún.


La señora Nelly tiene todavía muy claros recuerdos de aquella época en que, mano a mano con su esposo, dedicaban todo su tiempo al crecimiento profesional, sin olvidar en ningún momento a la familia: “Siendo el Dr. Asbún farmacéutico, su deseo era comprar una farmacia para poder sustentar a nuestra familia. Sin embargo, venía un hijo en camino, y para mi una farmacia era muy sacrificado, por lo tanto llegamos a la conclusión de que era mejor empezar a vender directamente a los hospitales y clínicas. Al mismo tiempo el Dr. Asbún preparaba fórmulas farmacéuticas para diferentes laboratorios.


A partir de ese momento, empezamos a importar productos de Dinamarca, Japón y otros países. Cuando la compañía fue creciendo, decidimos buscar un local fuera de nuestra propia casa, empezamos a vender material gastable poco a poco y así se fue incrementando el negocio con nuevas líneas de laboratorio, instrumentos quirúrgicos, catéter e hilos. Luego, empezamos con la línea de ortopedia, por la sugerencia del Dr. Mejía Feliu, de la Clínica Abreu. Así, paso a paso, nuestro negocio fue diversificándose y creciendo”.


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Pero este crecimiento no fue solo resultado de una diversificación en la oferta al mercado. La razón también es otra, como explican sus ejecutivos: “Un trabajo continuo, enfocado en los avances de la medicina, trabajando de la mano de marcas líderes a nivel mundial, apegado a la ética con un sentido de compromiso por la salud de nuestros pacientes, apoyándonos de un personal altamente com- prometido en el servicio y el bienestar de nuestros clientes han sido la base de nuestro éxito”.


Prueba de ello es que, a medida que Farmaconal incrementaba su demanda, el Dr. Wady Asbún empezó a viajar a ferias internacionales donde contactaba a importantes suplidores de la rama de la medicina, permitiendo un acercamiento a lo que eran los últimos avances del sector.


La historia de la empresa, como cuentan, ha tenido momentos importantes que merecen ser destacados: “Luego de unos años, compramos un solar en la Avenida Prolongación México y construimos las oficinas administrativas, almacén y tienda.


Luego siguió la expansión de la misma con el centro de distribución ubicado en la Prolongación 27 de Febrero. En la actualidad contamos con 12 sucursales, distribuidas en toda el área geográfica del país”.


La segunda generación ha estado involucrada desde siempre en la empresa, ocupando en la actualidad los cargos principales. El Sr. Wady Luis Asbún, hijo, era el gerente general y desde la muerte de su padre asumió el cargo de presidente.


Muchas son las anécdotas de un negocio al servicio de la salud, como recuerda la señora Nelly: “La primera venta fue a la Farmacia Pilar, en la Juana Saltitopa, una caja de jeringuillas que costaba RD$5.00 en esa época”. Pero lo importante es que continúan con esa filosofía de trabajar con honestidad, respeto, humildad, siempre valorando los recursos humanos de la empresa para ofrecer el servicio de calidad que les caracteriza.


Fuente: Revista Mercado

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