Fobias y miedos que limitan nuestra vida

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SANTIAGO/ DIARIO DE SALUD.-- Comienzos. En la mitología griega este sentimiento era representado por Fobos, el dios del miedo, sensación de angustia que todos hemos sentido alguna vez, ya que forma parte de nuestro mecanismo de defensa. Es normal, porque se activa cuando tenemos o creemos tener una situación de peligro. Lo malo es cuando este nos impide lograr nuestros objetivos.


Lo Típico. Cuando nos asustamos, tendemos a sudar las manos y la frente, se nos acelera el ritmo cardíaco, entrecortamos las palabras a la hora de hablar y aumenta nuestra adrenalina. A algunas personas les da hasta ganas de ir al baño, y cuando su miedo se convierte en fobia caen en pánico, llegando incluso a desmayarse.


Lo que muchos temen. En este mundo nacemos, crecemos, nos desarrollamos y morimos. Y lo más normal, es que le tengamos miedo a esta realidad, ya que no sabemos que hay después de la muerte. Lo malo es cuando le damos tanta importancia, que nos olvidamos de disfrutar la vida y compartir con las personas que amamos. Por eso es bueno tener presente, que un día nuestra vida terminará, usando esa realidad como una motivación para vivir más intensamente.


Soledad. Somos seres sociales que necesitamos de los demás para subsistir y el hecho de muchas personas quedarse solas durante un tiempo prolongado, es algo que a veces atemoriza. Sobre todo si es en algún lugar solitario y por un tiempo prolongado.


Corriéndole a cupido. Aunque suene extraño, muchas personas le tienen miedo al amor, cuando debería ser todo lo contrario, ya que el amor trae consigo alegría y felicidad. Sin embargo, algunos hombres y mujeres temen no ser correspondidos o que alguien les haga daño. Prefiriendo establecer una relación informal.


El mañana. El no saber que nos depara el futuro o qué será de nuestro destino, tiende a darnos ansiedad, poniéndonos en un estado de incertidumbre, pero lo correcto es trabajar por lo que queremos formar en un mañana, y no lamentarnos por lo que ni siquiera ha pasado.


Fracaso. En nuestro país solemos no tener iniciativas en ciertos proyectos, por temor a no lograr los resultados deseados. Por lo cual hay muchos deseos que se engavetan y se quedan solo siendo: sueños.


Miedo Escénico. Algunos investigadores estiman que el 75% de la población, sufre cierto grado de ansiedad al tener que hablar delante de un gran número de personas. Lo cual se puede contrarrestar al dominar el tema del que vamos hablar y al realizar varios ejercicios de respiración.


Matrimonio. Como diría Neruda “Para que nada nos separe, que nada nos una”; y es que muchos le tienen pavor al compromiso, específicamente al matrimonio, por lo que prefieren tener una relación libre, ya que piensan erróneamente que perderán su autonomía y libertad.


Éxito. Temor de perder la privacidad de su vida y de su familia. Aunque parezca raro, muchos famosos le tienen miedo a la fama, porque genera envidia en sus conocidos, amigos e incluso hasta en sus familiares. Además el éxito para ellos, atenta contra la calma, la paz y la privacidad de su entorno.


Abandono. Cuando hemos tenido falta afectiva durante nuestra niñez o nos han abandonado nuestros padres, dependemos más de la familia o de nuestra pareja, temiendo que ellos también se vayan.


Animales. ¿Quién no ha corrido ante algún ratón, araña, serpiente o perro? Y es que tienden a activar nuestros mecanismos de defensa, casi siempre por una mala experiencia.


Cambiar. El ser humano tiende a mantenerse en una especie de confort, un espacio de comodidad, donde no se vean amenazados por el cambio, ya que este se asocia con la inestabilidad y la inseguridad. Pero, si bien es cierto que para mejorar y crecer, hay que salir de nuestra burbuja la cual no nos permite cambiar de trabajo, irnos del país, cambiar nuestro físico, cortarnos el pelo, terminar una relación tóxica, entre otras cosas.


Oscuridad. Recuerdo que cuando pequeña tenía que dormir con la luz del pasillo encendida, y es que los niños se caracterizan por temerle a la oscuridad, bueno a lo que les pueda pasar durante la noche, pero cuando es un susto desmedido pasa a ser una fobia llamada nictofobia.


Enfermedades. No deberíamos temer algo que no tenemos, pero a muchos les da pavor contraer ciertas enfermedades, como el cáncer y la diabetes, sobre todo cuando hay familiares que las padecen. En vez de turbarnos, lo correcto es cuidarnos para no contraerlas.


Diferencias. El miedo es parte de la vida, es una emoción normal y primaria, como la alegría y la ira, mientras que la fobia es un trastorno de salud emocional o psicológico que se caracteriza por un miedo excesivo.


Tripofobia. Es una repulsión a las figuras geométricas, que tienen muchos hoyos pequeños juntos. Ciudadanos alegan que les tienen fobia a los panales de abejas, los agujeros y las cabezas de semillas de loto, los cuales suelen ser desagradables a la vista, provocando incluso escalofríos al entrar en contacto con ellos.


Decidofobia. Es la aversión a tomar decisiones. Es normal que analicemos las cosas antes de tomar una determinación o una postura, incluso es normal que sintamos ansiedad, lo malo es cuando nos da un persistente e injustificado miedo al tomar iniciativas como: emprender y realizar un nuevo proyecto de trabajo o de estudios.


Tapefobia. Es el pánico a ser enterrado vivo, debido a padecer de una enfermedad que haga aparentar haber perdido la vida, tal como la catalepsia, un trastorno nervioso que se caracteriza por la inmovilidad del cuerpo.


Dermatopatofobia. Es el rechazo que muchas personas sienten al ver a alguien con enfermedades en la piel, tales como: infecciones o erupciones, tratando a toda costa de evitar la cercanía con los que las padecen.


Acrofobia. Impide practicar deportes, como el paracaidismo y suele sentirse cuando estamos al borde de un precipicio, o en un edificio alto, provocando incluso, vértigo: sensación de que el mundo se mueve a nuestro alrededor.


Amaxofobia. Espanto al tener que manejar. Suele surgir cuando se ha sufrido algún accidente en la vida, creyéndose propensos a volver a chocar, por lo que muchos aunque tengan vehículo, prefieren que un familiar o chofer lo conduzca.


Misofobia. Es el miedo patológico a los objetos sucios, a la contaminación y a los gérmenes. Estas personas suelen bañarse varias veces al día, limpian y lavan sus manos excesivamente, ya que no soportan la suciedad en el ambiente.


COULROFOBIA. Tienden a sentirla mayormente los niños, quienes les huyen a los payasos, esto por la gran cantidad de maquillaje que utilizan, su gran nariz roja y su color de cabello.


Claustrofobia. Esta tienden a padecerla, los que no toleran estar en espacios pequeños, tales como: túneles y ascensores. Sintiendo muchas veces, que se les acaba el aire y no pueden respirar.


Demofobia. Algunos temen la soledad, otros no soportan ir a los conciertos o estar en un lugar donde hay un grupo enorme de personas; asimismo horror a las grandes multitudes que se aglomeran, ya sea en exterior o en lugares cerrados. Los que la padecen suelen empeorar, cuando ni siquiera tienen espacio para caminar.


Hemofobia. Me atrevería a decir, que la padecen más los hombres, quienes detestan ir al médico porque no les gustan las jeringuillas, ni sacarse sangre. Este tipo se caracteriza también por el miedo a las heridas.


Aerofobia. Es el susto excesivo al volar en un avión, sintiendo muchas veces un alto porcentaje de pánico. Estado injustificado, ya que este es uno de los transportes más seguros que hay en el mundo, ya que cuenta con mayores medidas de seguridad y profesionales calificados. Suele asociarse con la claustrofobia y con el miedo a las alturas. Estado de ánimo que puede empeorar, cuando el vuelo se retrasa o hay turbulencia.


Astrofobia. Conozco dos personas que le tienen un miedo terrible a los truenos y a los rayos. Es normal que cuando niños incluso, nos entráramos debajo de la cama mientras los escuchábamos, pero es raro mantener esta fobia después de adultos.


Espectrofobia. Un elemento letal en las personas que sienten cualquier tipo de temor, es la imaginación, la cual tiende muchas veces a exagerar las cosas, creando una situación de peligro que no existe. Tal es el caso de los fantasmas, algo que puede contribuir a temerles a los ruidos extraños y a las casas vacías.


Fobia Social. Terror a las críticas, al no querer ser rechazados, razón por la cual muchos se encierran en sí mismos y tratan de no exponerse ante las opiniones de los demás.


Nomofobia. Los tiempos cambiaron y hoy el celular se ha convertido para algunos en algo indispensable, quienes tienden a experimentar una gran desesperación al salir de la casa, sin sus móviles. Esta sensación es conocida como nomofobia.


Coitofobia. Es un persistente, anormal e injustificado miedo a tener relaciones sexuales. Es normal sentir esto según expertos, pero este tipo de anomalía la sienten personas que temen no tener un buen desempeño sexual.


Gerascofobia. En el mundo cada vez se obsesionan más con el culto a la belleza y a la juventud, por lo que hasta un punto, es normal no querer envejecer, ya que con el paso de los años se pierden facultades. Los excesos están en hacer lo que sea desmedidamente por no envejecer.


Homofobia. Es uno de los más conocidos a nivel mundial: rechazo, miedo u odio de compartir o relacionarse con personas homosexuales o transexuales.


Dishabiliofobia. Es el temor desmedido a desnudarse o cambiarse delante de otras personas, en lugares como baños de gimnasios, balnearios, incluso en un contexto mucho más íntimo, como el momento de tener relaciones sexuales. Mayormente tienden a padecerla, mujeres que temen ser rechazadas por sus defectos físicos, ya sea por sobrepeso, cicatrices o anomalías físicas.


Fotofobia. Ya habíamos hablado del miedo a la oscuridad que es muy normal, pero también existe el miedo a la luz, esto se genera porque hay personas que tienen intolerancia o sensibilidad en la vista.


Pirofobia. Es el rechazo al fuego, a las llamas y a las chimeneas por miedo a ocasionar un incendio o sufrir una quemadura. Puede tenerse por haber sufrido un accidente anteriormente.


Dentofobia. Corresponde a aquellos que le huyen al dentista.


Cómo vencer los miedos. Volvemos a repetir: es sano sentir miedo, es parte de las sensaciones que debemos experimentar para protegernos del peligro, pero no podemos permitir que se interpongan en lo que queremos, ni que se conviertan en fobias. Para superarlos es necesario identificar cuales son, cual es el principal y si son tangibles o intangibles. Luego de tenerlos en tu mente, exteriorízalos, apúntalos. Identifica si están ligados con tu pasado y no sientas vergüenza de ellos, ya que todos tenemos algunos. Determina cuales cosas te impiden lograr, y aprende técnicas de relajación, como: ejercicios de respiración. Cuando estés relajado, crea un plan de acción para enfrentarlos. Imagínate lograr lo que te propones. Si tu miedo es el compromiso, piensa que eres feliz con una pareja. Afróntalos sin posponerlos; que sea la primera cosa en tu agenda. Y si no puedes superarlos y te hacen daño en tu crecimiento personal, profesional o emocional, busca la ayuda de tus familiares o de un profesional.

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