CIUDAD DE PANAMA, PA/ AGENCIA RT.- La Defensoría del Pueblo de la República de Panamá solicitó al procurador general de la nación que llevara a cabo una investigación exhaustiva y tomara las acciones penales que correspondan por la muerte de una niña en la provincia de Veraguas, después de que sus padres se negaran a hospitalizarla.
El caso fue dado a conocer el martes, cuando el Ministerio de Salud informó que la menor, procedente de Pandura, una zona rural apartada y de muy difícil acceso ubicada en el corregimiento de Chitra, distrito de Calobre, llegó al centro de Salud de Aristides Vallester con diarrea y vómitos el pasado viernes 8 de agosto. Tenía, además, síntomas de deshidratación, abdomen blando y estaba quejumbrosa.
De acuerdo con la prensa local, la menor de seis meses falleció debido a una gastroenteritis, misma que se complicó por la negativa de su familia a recibir tratamiento contra la deshidratación por una vía intravenosa. Sin embargo, la familia de la pequeña alega que la muerte de la niña fue por negligencia médica, la falta de ambulancia y del intrincado acceso vial en esa región panameña.
"La niña se podía salvar, eso fue negligencia médica porque el día que a la niña la sacaron (del hospital) yo llamé a la ambulancia para que fueran a auxiliarla a mitad de camino tan siquiera, pero nunca respondieron el llamado, por sus propios medios tuvieron que sacarla y la niña murió en el camino", dijo a Telemetro Celizabeth Rodríguez, tía de la menor, quien detalló que la pequeña finalmente murió el sábado en la noche, luego de presentar síntomas durante al menos tres días.
Los médicos no lograron convencer a los padres
La directora médica del centro sanitario, Esthepany de la Rosa, informó que se les había notificado a los padres que la pequeña debía ser canalizada (insertar un catéter en una vena) e ingresada para mantenerla bajo observación médica.
El padre de la niña se negó, argumentando que su hija ya había sido atendida por un curandero, que estaba 'ojeada' o 'mal de ojo' (que le desearon el mal) y que no se la podía pinchar. El hombre no cambió de opinión, a pesar de los intentos por convencerlo para dejar a la niña hospitalizada.
El personal sanitario recetó medicamentos orales y advirtió a los padres que debían regresar al centro de salud si los síntomas persistían. Antes de dejar ir a la paciente las autoridades del hospital le advirtieron a los padres que debían firmar un relevo de responsabilidad pero estos se fueron del lugar sin suscribirlo, aunque sí retiraron de la farmacia los medicamentos recetados a la menor.
Ahora, la Defensoría recuerda que la ley establece que ante una emergencia para la vida o integridad de un menor, los centros de salud, públicos o privados, deben intervenir incluso cuando exista la negativa de los progenitores, en cuyo caso deben activar de inmediato a la Policía de Niñez y Adolescencia y adoptar las medidas necesarias para preservar la vida de los menores.
"La ley reconoce a los padres, madres y tutores como primeros responsables de la salud y bienestar de sus hijos. Este deber no es opcional ni puede ser sustituido por creencias, costumbres o prácticas contrarias a la preservación de la vida", dice el comunicado de la Defensoría.
Así, la institución solicita al Ministerio Fiscal que ejerza las acciones penales que corresponda tanto contra el curandero como contra los padres. También pide que el Ministerio de Salud investigue si fueron aplicados correctamente protocolos médicos y hospitalarios.
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