Por Sergio Solis Tavera
El autor es analista social y escritor
En tiempos donde los tambores de la discordia se explayan en las tortuosas sendas de las amenazas de guerras y los conflictos no resueltos entre las partes encontradas, surge un líder que hace intentos meritorios para frenar los aprestos de guerra con la utilizacion de armas de alto poder destructivo.
Un presidente líder llamado Donald Trump, el cual está destinado a dejar un legado histórico donde la paz, el equilibrio y la prosperidad sean la razón de ser de la existencia humana.
Y así lo está demostrando gracias a su firme convicción y al gran compromiso de liberar al planeta de la hecatombe.
Un presidente experimentado conocedor extraordinario del pensamiento y sentimiento no solo de los Estado Unidenses sino también de los ciudadanos del mundo, presidentes y opositores.
Pero hay un gran desafío, enfrentar a los que fomentan las guerras, la destrucción de nuestros bosques, ríos, mares, océanos, valles y montañas, los que envenenan el aire y contaminan el agua.
El cambio climático nos invita a una profunda reflexión, las constantes guerras por igual, llenando la atmósfera social de desastres naturales, hambrunas, sequías y epidemias.
La calidad de vida de los habitantes del globo debe ser fuertemente protegida, los recursos económicos deben ser celosamente dirigidos a la salud, la educación, la alimentación, la vivienda, etcétera.
En el presidente Donald Trump, gracias a Dios, a su valentía y fortaleza podemos contar los seres humanos con una gran esperanza para la salvación del planeta.
Escribe tu comentario