NUEVA YORK,EE.UU./ AGENCIA RT.- Un estudio liderado por el endocrinólogo Francisco Tinahones, junto a la doctora Isabel Moreno-Indias y el equipo del Ibima Plataforma Bionand, ha demostrado que el ayuno intermitente puede tener efectos positivos más allá de la pérdida de peso.
Publicado en la revista científica Gut, el trabajo revela mejoras significativas en la memoria y la velocidad de reacción en pacientes con obesidad. En declaraciones a La Voz de Galicia, Tinahones destacó el valor de este enfoque como posible herramienta para tratar los efectos neurocognitivos del sobrepeso.
Beneficios cognitivos más allá del control de peso
Los investigadores compararon tres estrategias alimentarias: ayuno intermitente en días alternos, dieta cetogénica y dieta mediterránea hipocalórica. Aunque las tres redujeron el peso corporal, solo el ayuno mostró un impacto positivo en las funciones cognitivas.
“Más allá del peso, observamos beneficios específicos en el cerebro”, aseguró Tinahones. Y añadió una reflexión clave: “Antes teníamos el concepto de que había que hacer cinco ingestas diarias, pero hoy en día sabemos que esta idea era equivocada”, rompiendo con uno de los mitos más extendidos en nutrición.
La microbiota intestinal, factor decisivo en la mejora cerebral
Para comprender el mecanismo detrás de estos efectos, el estudio incluyó experimentación con animales. Al trasplantar la microbiota intestinal de los pacientes que seguían el ayuno a ratones libres de flora, los científicos observaron una clara mejora en su memoria.
Además, presentaban una microglía más activa, capaz de reducir la inflamación cerebral.
Tinahones explicó que solo la microbiota del grupo de ayuno generó estos cambios, lo que sugiere que el tipo de alimentación puede modular la salud cerebral a través del intestino.
Según Tinahones, cada vez más personas integran el ayuno intermitente como parte de su estilo de vida saludable, sin que ello suponga déficits nutricionales. Saltarse la cena, por ejemplo, no representa un riesgo si las otras comidas del día son equilibradas.
Esta nueva visión, apoyada por evidencia científica, cuestiona recomendaciones tradicionales.
“No hay ninguna prueba de que comer cinco veces al día sea mejor que hacerlo dos o tres”, concluyó el especialista, subrayando que no solo importa cuántas calorías se consumen, sino cómo se distribuyen.
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