La advertencia de una madre sobre los cigarrillos electrónicos tras la muerte de su hijo: 'Falleció por culpa del vapeo'

La empresaria brasileña Lia Paiva, residente en Milán desde hace más de dos décadas, relató públicamente la historia de la muerte de su hijo Diego Paiva, de 20 años, tras sufrir un infarto pulmonar asociado a una septicemia.

Según ella, la condición de su hijo fue agravada por el uso prolongado de cigarrillos electrónicos. El hecho ocurrió en 2024, durante una estadía temporal de la familia en Brasil.

Nacida en Río de Janeiro y establecida en Italia desde los 20 años, Lia se casó con el exfutbolista Serginho, quien jugó en el Milán, Cruzeiro y la selección brasileña.

Madre de tres hijos, estudió moda en Milán y desarrolló su carrera en ese ámbito, además de incursionar en la decoración de interiores, firmando proyectos para deportistas reconocidos.

En octubre de 2024, tras la muerte de Diego, fundó el Instituto Amor Infinito, con el objetivo de apoyar a niños en situación de vulnerabilidad.

Para financiar la iniciativa, lanzó la marca de ropa D777, inspirada en el estilo urbano de su hijo. La colección está disponible en Italia y Brasil.

El caso de Diego: una advertencia sobre el vapeo

Diego, descrito por su madre como un joven atlético, solidario y practicante de artes marciales, comenzó a vapear a los 15 años.

En 2024, mientras Lia viajaba entre Italia y Tailandia, él manifestó una dolencia en el brazo que fue inicialmente diagnosticada como una lesión sin gravedad. Sin embargo, la situación empeoró rápidamente.

Según el relato de la madre, Diego fue ingresado con una saturación de oxígeno anormalmente baja. Aunque inicialmente mostró mejoría, cinco días después sufrió un infarto pulmonar.

 Los médicos detectaron una septicemia causada por una bacteria, que se propagó y afectó a varios órganos. El pulmón, debilitado por años de uso de cigarrillos electrónicos, no resistió.

Un legado en nombre de la solidaridad

Tras el fallecimiento, Lia recibió numerosos testimonios sobre la generosidad de Diego, quien ayudaba activamente a personas necesitadas. La marca D777 y el instituto que fundó en su memoria buscan continuar con ese espíritu solidario.

La empresaria afirma que transformar su dolor en acciones concretas por otros es su forma de seguir adelante y honrar la vida de su hijo.