NUEVA YORK,EE.UU./ EUROPA PRESS.- Un equipo de científicos identificó dos compuestos presentes en la sangre que podrían actuar como predictores tempranos del desarrollo de la diabetes tipo 2, incluso en personas aparentemente sanas.
Se trata del butirato y el isobutirato, dos ácidos grasos de cadena corta (SCFA, por sus siglas en inglés) generados en el intestino a partir de la fermentación de la fibra dietética.
El hallazgo fue liderado por investigadores del Institut d'Investigació Sanitària Pere Virgili (IISPV), el Instituto de Investigación del Hospital de Mar y el área de Diabetes y Enfermedades Metabólicas Asociadas del CIBER (CIBERDEM). Los resultados fueron publicados en la revista científica BMC Medicine y se basan en datos obtenidos del proyecto estatal Di@bet.es, en el que se hizo un seguimiento a más de 2.400 participantes durante un periodo de siete años.
Compuestos intestinales con valor predictivo
“El estudio proporciona nuevas evidencias sobre la asociación entre los SCFA y el riesgo de desarrollar diabetes tipo 2”, señaló Joan Vendrell, coordinador clínico del grupo de investigación del CIBERDEM en el IISPV.
En particular, los científicos encontraron que niveles elevados de butirato e isobutirato al inicio del seguimiento se correlacionaban con una mayor probabilidad de desarrollar la enfermedad metabólica, incluso después de considerar factores de riesgo clásicos como la obesidad, la hipertensión arterial o los antecedentes familiares.
Dieta, microbiota y metabolismo
El análisis también incluyó una evaluación de los patrones dietéticos de los participantes, mediante un cuestionario de frecuencia de alimentos. Se constató que una dieta mediterránea y el consumo de alimentos ricos en fibra se asocian con niveles más elevados de SCFA. No obstante, estos hábitos alimentarios no fueron predictivos por sí solos del desarrollo de la diabetes tipo 2. Así lo explicó Sonia Fernández-Veledo, responsable del grupo de investigación del CIBERDEM en el IISPV.
El equipo de investigación subrayó que la dieta rica en fibra sigue siendo esencial para preservar el equilibrio de la microbiota intestinal, un componente clave en la regulación metabólica y la respuesta inflamatoria. En esa línea, los SCFA podrían actuar como moléculas señalizadoras con un papel importante en estos procesos fisiológicos.
Este descubrimiento, según sus autores, abre la puerta a nuevas estrategias de prevención más eficientes y adaptadas a cada individuo, a partir del análisis del perfil metabólico y microbiótico. Los investigadores insisten en la necesidad de continuar explorando la interacción entre estos metabolitos y el organismo, con el objetivo de incorporarlos en protocolos clínicos que permitan una detección precoz del riesgo de desarrollar diabetes tipo 2.
Europa Press
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