SANTIAGO, RD/ DIARIO DE SALUD.- Mientras la medicina global avanza hacia terapias celulares y trasplantes de precisión, países de América Latina continúan enfrentando obstáculos logísticos y administrativos que retrasan la implementación de trasplantes de médula ósea.
Así lo advirtió el doctor Humberto Martínez Cordero durante su ponencia en el Congreso Internacional de la Clínica Universitaria Unión Médica del Norte, realizado en República Dominicana.
El especialista colombiano, con trayectoria en el Centro Princess Margaret de Toronto, expuso que uno de los principales mitos que impide el desarrollo de unidades de trasplante es la supuesta necesidad de contar con laboratorios de criopreservación. Martínez indicó que varios países, entre ellos México y Paraguay, ya realizan trasplantes sin recurrir a laboratorios de criopreservación. El asunto se convierte en una cuestión política, no médica.
Hospitales con cerebros automatizados dio inicio al Congreso en República Dominicana. La inteligencia artificial se apoderó de la conversación.
Así, el trasplante de médula ósea, clave en el tratamiento de enfermedades como leucemia, mieloma múltiple y linfomas, sigue siendo una terapia subutilizada en la región, a pesar de las evidencias científicas y clínicas que avalan su efectividad. De acuerdo con datos presentados por el hematólogo, tan solo en su unidad de Colombia fueron trasplantados más de 60 pacientes con mieloma múltiple durante 2023, mientras que en amplias zonas del Caribe y Centroamérica aún no existen centros operativos para este tipo de tratamiento.
Según Martínez, las células colectadas pueden mantenerse viables hasta por 96 horas, lo que elimina la necesidad de criopreservación en programas de trasplante para mieloma múltiple y linfomas. Esta afirmación cuestiona las políticas sanitarias que aún exigen infraestructura de congelación para iniciar programas, lo cual ha frenado avances en diversas regiones del continente.
Paradigma financiero
Otro de los puntos destacados por el especialista fue la necesidad de cambiar el paradigma financiero. Explicó que las terapias CAR-T, que ya son utilizadas en Estados Unidos desde 2017, tienen costos comerciales superiores a los 500 mil dólares, mientras que versiones académicas podrían reducir ese monto hasta en un 90%. No obstante, América Latina aún discute si está lista para realizar trasplantes convencionales.
Frente a este contraste, el especialista enfatizó que muchos pacientes están siendo tratados con terapias convencionales menos efectivas o incluso están muriendo sin haber tenido la opción del trasplante. Martínez aseguró que es posible iniciar programas de trasplante con requisitos mínimos y que hacerlo podría beneficiar a numerosos pacientes que hoy no acceden al tratamiento.
La exposición se produjo durante un bloque virtual del Congreso con acceso para NotiPress, al que también asistieron especialistas en hematología, oncología, infectología y cirugía.
En el mismo evento, representantes dominicanos consultaron sobre los pasos necesarios para establecer una unidad de trasplante en la región del Cibao, lo cual evidenció el interés creciente pero también la brecha institucional existente.
Para concluir, el especialista concluyó que, en lugar de esperar condiciones ideales, las instituciones de salud deben adoptar modelos adaptativos y progresivos. Sostuvo que los centros médicos pueden iniciar programas de trasplante con requerimientos mínimos, enfocándose en obtener resultados progresivos que permitan su expansión.
Advirtió que cada demora en implementar estos servicios limita el acceso de pacientes a tratamientos potencialmente curativos.
Convertido en un problema de decisión más que de capacidad, el acceso al trasplante de médula en América Latina enfrenta su mayor barrera fuera del quirófano. Con protocolos disponibles y resultados comprobados, lo que aún falta —según especialistas— es la acción institucional para responder a una necesidad médica urgente.
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