SANTO DOMINGO, RD/ NOTIPRESS.- La percepción persistente de una amenaza sin fundamentos reales caracteriza al trastorno delirante de tipo persecutorio.
Esta condición fue abordada por la psiquiatra Biaris Rodríguez en el programa "Entérate, Salud es Vida", donde explicó su aparición sin otros síntomas psicóticos y su impacto en la conducta de quienes lo padecen.
Rodríguez aclaró que el delirio persecutorio no involucra alucinaciones auditivas ni múltiples síntomas. Se manifiesta a través de una idea única, fija, errónea y estructurada, como la creencia firme de estar en peligro por parte de otra persona.
Mencionó casos en los cuales la persona afirma estar siendo seguida por vecinos o familiares, manteniéndose funcional en otros aspectos, hasta que su entorno reactiva ese pensamiento. En tales momentos, la respuesta suele ser desproporcionada, impulsiva y emocionalmente intensa.
De acuerdo con el estudio publicado por el Journal of Neuropsychiatry, este subtipo representa el 49.4% de los diagnósticos de trastorno delirante entre 261 pacientes evaluados en Córdoba, España. Las ideas de persecución se observaron en el 99.2% de los casos analizados, mientras que las de referencia estuvieron presentes en el 98.4%.
Estos datos coinciden con lo relatado por la especialista durante la entrevista, quien indicó cómo estas personas pueden pasar desapercibidas, al no presentar alteraciones visibles fuera de la situación relacionada con el delirio.
Según el mismo estudio, menos del 15% de los pacientes buscaron atención médica por iniciativa propia, en su mayoría, acudieron por sugerencia de médicos o familiares. Este comportamiento fue resaltado también por Rodríguez, quien instó a los oyentes a consultar con especialistas en salud mental si identifican cambios de pensamiento fijos y sin justificación objetiva.
Diversos factores biológicos, psicológicos y sociales influyen en el desarrollo de esta condición. El estudio identificó antecedentes genéticos, consumo de alcohol y eventos estresantes como posibles factores relacionados. Sin embargo, en más del 75% de los casos no se registraron episodios traumáticos previos inmediatos al inicio del trastorno. La psiquiatra dominicana coincidió en señalar la importancia del componente biológico, sumado al entorno social y familiar como parte del abordaje clínico.
El impacto en la vida diaria de los pacientes con delirio persecutorio fue objeto de análisis. Los pacientes evaluados mostraron bajos niveles de funcionalidad, con una media de 28.57 puntos en la escala EEAG (Global Assessment of Functioning) y un nivel alto de discapacidad según el SDI (Sheehan Disability Inventory), con 68.91 puntos.
Finalmente, Rodríguez concluyó que el diagnóstico del delirio persecutorio se basa en la observación clínica y el análisis del discurso del paciente. No existen pruebas físicas o exámenes específicos los cuales permitan confirmar esta condición, lo cual exige experiencia médica especializada para distinguirla de otros trastornos como la esquizofrenia o el trastorno bipolar.
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