SANTO DOMINGO, RD/ DIARIO DE SALUD.- El mieloma múltiple es un cáncer de la sangre poco frecuente que afecta a la médula ósea, más concretamente a un glóbulo blanco llamado célula plasmática que produce anticuerpos. Aún se desconoce la causa exacta de la enfermedad, pero se sabe que se produce una mutación en las células plasmáticas que hace que se multipliquen sin control, comprometiendo así otras células sanguíneas, los riñones y los huesos.
En América Latina, la incidencia anual varía de 1,5 a 3 casos por cada 100.000 habitantes, y es el segundo tipo más común de cáncer hematológico.
Aunque se considera una enfermedad incurable, puede tratarse y, gracias a los avances de la medicina, los tratamientos son cada vez más eficaces.
La especialista Dra.Vania Hungría, hematóloga y cofundadora de la Fundación Internacional Mieloma América Latina, explica que hace 40 años, la tasa de supervivencia de estos pacientes era muy baja debido a la falta de tratamientos disponibles, pero hoy el escenario es diferente. "En el pasado, los tratamientos no eran eficaces y el enfoque médico se centraba en controlar síntomas como la anemia, los problemas renales y las enfermedades óseas. Afortunadamente, la situación ha mejorado gradualmente.
El primer gran avance fue el trasplante de médula ósea, seguido de los inhibidores del proteasoma y los fármacos inmunomoduladores, y luego los anticuerpos monoclonales. Hoy vemos avances significativos con las inmunoterapias, como los anticuerpos biespecíficos, y las terapias con células CAR-T, por ejemplo, que son tratamientos más personalizados que utilizan el propio sistema inmunitario del paciente para combatir el mieloma múltiple."
La importancia de la diversidad de tratamientos disponibles para el mieloma múltiple se ve resaltada por la elevada tasa de recurrencia de la enfermedad. Es frecuente que el mieloma reaparezca tras el tratamiento inicial, requiriendo una terapia posterior. A medida que la enfermedad progresa, las recidivas tienden a ser más agresivas y las remisiones progresivamente más cortas.
"Actualmente, la inmunoterapia representa un avance significativo para los pacientes con mieloma múltiple, ya que identifica las células malignas y establece una conexión entre ellas y las células de defensa del organismo, eliminándolas eficazmente y con menos efectos secundarios", explica la Dra. Vania Hungría. La especialista también destaca que, en Brasil, por ejemplo, ya se han aprobado dos inmunoterapias para pacientes adultos con mieloma múltiple en recaída o refractario que hayan recibido al menos tres terapias previas.
En América Latina, se estima que la mortalidad es entre un 30 y un 40% superior en estos países en comparación con las naciones desarrolladas, debido a diagnósticos tardíos y tratamientos inadecuados.3 Baja inmunidad, dolor de espalda frecuente (especialmente en la zona lumbar), dolor óseo (pecho, espalda y costillas), susceptibilidad a las infecciones, síntomas de anemia (fatiga, debilidad y palidez), alteraciones renales y niveles elevados de calcio son síntomas que pueden indicar mieloma múltiple.
"La heterogeneidad de los síntomas de la enfermedad es un factor que contribuye al diagnóstico tardío. A menudo, los médicos tardan en considerar que los signos pueden indicar un mieloma múltiple. En este sentido, la concienciación es esencial", concluye el Dr. Hungría.
La evolución de las opciones terapéuticas para el mieloma múltiple subraya la importancia del diagnóstico precoz, ya que cada paciente puede presentar diferentes formas de la enfermedad, lo que requiere enfoques individualizados para el tratamiento más eficaz. En Brasil, los estudios clínicos han desempeñado un papel crucial en este camino, permitiendo el desarrollo de nuevas terapias que, combinadas con las ya existentes, han prolongado significativamente la supervivencia de los pacientes. "En el escenario actual, muchos pacientes no mueren de mieloma, sino por otros factores, lo que demuestra el impacto positivo de las innovaciones médicas. Estos logros demuestran que la medicina está cada vez más cerca de encontrar una cura, lo que aporta una esperanza renovada a quienes conviven con la enfermedad", concluye el Dr. Hungría.
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