Linfedema: qué es y cómo se trata con terapia ocupacional

EL NUEVO DIA.- El linfedema, una acumulación de líquido linfático en los tejidos adiposos justamente debajo de la piel, afecta a más de tres millones de personas en los Estados Unidos y Puerto Rico. Se trata de un tipo de inflamación o hinchazón que a menudo ocurre en brazos o piernas, pero que también puede surgir en rostro, cuello, torso, abdomen y órganos genitales.

“Esta inflamación es provocada por un daño en el sistema linfático, responsable de mantener el cuerpo sano, así como las defensas y la inmunidad del cuerpo. El sistema linfático circula por todo el organismo un líquido que se llama la linfa, rico en proteínas, y recoge las bacterias, virus y desechos” explica Eldra Deliz, profesional en terapia ocupacional, certificada en la terapia de linfedema, quien ofrecerá este curso en la Conferencia Anual del Colegio de Profesionales de Terapia Ocupacional de Puerto Rico (CPTOPR) en el mes de junio.

Según la terapista, sus causas incluyen infección, cáncer, efectos de radioterapia, extirpación quirúrgica de los ganglios linfáticos, o afecciones hereditarias. Los pacientes con cáncer de mama que se le han extirpado ganglios de las axilas poseen un riesgo de desarrollar esta condición. También puede surgir por trauma post operatorio, obesidad mórbida e insuficiencia venosa.

“El linfedema tiene efectos tanto físicos como psicológicos. Es una enfermedad progresiva si no se trata a tiempo y efectivamente” destaca Deliz, al explicar que es una condición que se desarrolla en etapas, de leves a severos. “La inflamación más severa, elefantiasis linfostática, se caracteriza por serias infecciones, endurecimiento o fibrosis de la piel, hongos, papilomas, quistes, úlceras y limitación en el arco de movimiento de las articulaciones”.

En cualquiera de las etapas se puede esperar una reducción significativa en el tamaño o volumen de la parte afectada con tratamiento a tiempo y efectivo. Pero los resultados varían de acuerdo con las complicaciones presentes y a la etapa en que se encuentre la condición.

Hasta este momento no existe cura ni tratamiento farmacéutico o quirúrgico que pueda tratar o eliminar el linfedema. Pero los que padecen de esta condición no tienen que vivir con los efectos devastadores de esta enfermedad.

Terapia efectiva

La terapia descongestiva completa (CDT en inglés) ha sido la intervención o terapia de preferencia más efectiva para el tratamiento de linfedema. “Ya que no existe cura, la meta de los profesionales en terapia ocupacional especializados o certificados en este tipo de terapia es reducir o descongestionar el tamaño de la extremidad lo más posible, regresar el linfedema a su etapa de latencia o lo que se conoce como etapa cero y mantener la reducción del tamaño para evitar mayores complicaciones” indica Deliz.

Según la terapista, se aplica en dos etapas, la intensiva realizada por el profesional certificado y la de auto mantenimiento realizada por el paciente. La única manera de lograr esta meta es removiendo el exceso de proteínas de los tejidos utilizando efectivamente todos los pasos de la terapia descongestiva completa que incluyen:

1. Drenaje manual linfático: procedimiento o técnica manual para aumentar la producción y transporte efectivo del fluido linfático hacia el sistema venoso usando vías alternas y áreas saludables o descongestionadas, además para calmar y aliviar dolor en el área afectada.

2. Terapia de compresión: procedimiento donde se utilizan vendajes elásticos, materiales especiales y/o vestimentas de compresión para aumentar la presión de los tejidos y vasos sanguíneos y mantener los efectos descongestivos logrados con el drenaje manual.

3. Ejercicios descongestivos: ejercicios terapéuticos para aumentar el efecto de la compresión externa y aumentar o preservar el arco de movimiento de las articulaciones.

4. Cuidado de la piel: se utilizan técnicas de curación de heridas y hongos, aplicación de loción con Ph 5 para humectar la piel, inspección de la piel para identificar reacciones alérgicas o irritaciones causadas por los vendajes o materiales de compresión, aplicación de cremas prescritas por el médico antes de aplicar compresión.

‘El linfedema no tiene cura y es para toda la vida, pero puede ser tratado y controlado efectivamente en un esfuerzo común entre el médico que diagnostica y prescribe el tratamiento, el profesional de terapia ocupacional especializado en linfedema y el paciente, quien puede lograr mantener los efectos del tratamiento siguiendo al pie de la letra las recomendaciones del médico y terapeuta”, señala Deliz, quien destaca que la condición no tiene que limitar al paciente por el resto de su vida.

“Es importante identificar los síntomas y prestar atención a las sospechas de esta condición. El edema puede ser algo común y corriente en otras circunstancias y usualmente desaparece una vez resuelta la causa. Pero el linfedema no desaparece, persiste y progresa” advierte Deliz. De ahí la importancia de una evaluación médica si el paciente presenta inflamación persistente para descartar la posibilidad de linfedema o identificarla a tiempo “especialmente si el paciente ha sido sometido a una cirugía de mastectomía o por cáncer de próstata con remoción de nódulos linfáticos y radiación”.

Cabe resaltar que la terapia descongestiva completa o una terapia modificada también es útil para pacientes con artritis reumatoide, distrofia simpatética refleja (RSD), edema traumático, úlceras abiertas persistentes y migraña.

Signos y síntomas de linfedema

- Hinchazón de todo o parte del brazo o la pierna, incluso los dedos de los pies y de las manos

- Sensación de pesadez o rigidez

- Amplitud de movimiento limitada

- Dolor o molestia

- Infecciones recurrentes