Por: Doctora. Sheila Espinal
Medicina de Rehabilitación Coordinadora del departamento de Medicina Física y Rehabilitación HGPS
El síndrome doloroso regional complejo (SDRC) es una condición crónica que se caracteriza por dolor intenso en las extremidades, asociado a lesión en un nervio o a un traumatismo menor.
Esta entidad ha sido conocida con diferentes nombres, entre ellos: causalgia, síndrome de Sudeck, algodistrofia, síndrome hombro-mano, distrofia simpática refleja y síndrome doloroso regional complejo (SDRC), siendo este último el término establecido en 2001 por Schott, y el que se considera más fidedigno en relación con los síntomas.
La incidencia anual varía entre 5 a 26 casos por cada 100 000 personas y es de 3 a 4 veces más frecuente en la mujer. El SDRC con frecuencia se asocia a cirugías y a traumatismos menores.
Síntomas. Entre los más frecuentes que se presentan están:
El dolor y la limitación para los movimientos suelen ser los motivos de consulta de esta condición que se caracteriza porque el dolor espontáneo o inducido suele ser desproporcionado con relación al evento inicial, y se acompaña de alteraciones del sistema nervioso autónomo, lo que da lugar a gran variedad de presentaciones clínicas.
Las causas del SDRC no están del todo establecidas, pero se han postulado tres teorías como factores desencadenantes:
1. Inflamación post traumática: esta teoría expresa que luego de un trauma se liberan sustancias proinflamatorias (como el péptido relacionado al gen de la calcitonina, la sustancia P, el factor de necrosis tumoral y lainterleukina 6) que se asocian al aumento en la hiperexcitabilidad neuronal, el edema y los cambios de coloración.
2. Disfunción vasomotora periférica: este postulado explica la modificación de la temperatura en la extremidad afectada que observamos en los pacientes. Existen tres posibilidades de presentación clínica: extremidad caliente, intermedia y fría. Esto, como consecuencia de una alteración en la función de constricción de las arterias y venas.
3. Cambios funcionales del sistema nervioso central: establece que a nivel de sistema nervioso periférico y central se produce un proceso de sensibilización alterada, explicado por el bloqueo de las vías inhibitorias y por la hiperexcitabilidad de las vías excitatorias, lo que ocasiona distorsión de los estímulos sensoriales y dolorosos, por lo que un estímulo suave, como el roce de la ropa, puede ser interpretado como doloroso.
Se han definido dos tipos de síndrome doloroso regional complejo.
Como factores de riesgo potenciales para desarrollar SDRC tipo 1 se han propuesto los siguientes:
– Ser de sexo femenino, especialmente si se está en la etapa posmenopáusica
– Sufrir un esguince de tobillo o su fractura intraarticular.
– La inmovilización
– El dolor severo presente en etapa temprana del trauma.
El diagnóstico
El diagnóstico del síndrome doloroso regional complejo es fundamentalmente clínico. Para realizarlo se toman en cuenta características, conocidas como los criterios de Budapest. El paciente debe tener al menos un síntoma y un signo de los siguientes:
1. Dolor continúo desproporcionado en relación al evento desencadenante.
2. El paciente debe informar al menos tres síntomas de los siguientes:
A. Sensorial: sensación de calambres, entumecimientos, pesadez, o dolor al roce superficial.
B. Vasomotor: cambios de coloración o de temperatura en comparación con la otra extremidad.
C. Sudomotor: edema o sudoración excesiva en comparación con la extremidad contralateral.
D. Motor/ trófico: informe de la disminución en amplitud del movimiento, debilidad, temblor o cambios tróficos (crecimiento excesivo en pelo, uñas y resequedad de la piel).
3. Al momento de la evaluación, debe mostrar al menos uno de los siguientes signos:
A. Sensorial: evidencia de hipersensibilidad o dolor al tacto suave, presión profunda o movimiento de las articulaciones.
B. Vasomotora: evidencia de asimetría de la temperatura o cambios de color en la piel en comparación con la extremidad contralateral.
C. Sudomotor: edema o sudoración asimétrica.
D. Motor/ trófico: disminución de la amplitud del movimiento, debilidad, temblor o cambios como crecimiento anormal del pelo, uñas, o resequedad y descamación de la piel.
4. Que no existen otros diagnósticos que expliquen los signos y síntomas.
Prevención
La prevención será la opción preferible a cualquier condición de salud, y el caso del síndrome de dolor regional complejo no es la excepción. El SDRC puede ser prevenido tomando en cuenta las siguientes variables:
1- ¿Se pueden realizar estudios complementarios para diagnosticar el síndrome doloroso regional complejo?
Sí, aunque es un síndrome de diagnóstico clínico, en las diferentes etapas del síndrome doloroso regional complejo pueden ser realizados estudios de gabinete para apoyar la presunción clínica; la indicación depende de la presentación específica. Cuando queremos valorar los cambios vasomotores podemos utilizar el doppler vascular.
La densitometría ósea y la biopsia de piel son útiles para medir la atrofia y disminución de la densidad de los nervios.
Las pruebas electrodiagnósticas permiten evaluar el sistema nervioso periférico que sirve de soporte en el SDRC tipo 2 que se asocia a lesión de nervio. La resonancia magnética evalúa las lesiones de los tejidos blandos y el edema óseo.
2 ¿Con qué otra patología se puede confundir el síndrome doloroso regional complejo?
Hay varias entidades clínicas que deben pensarse cuando nos planteamos el diagnóstico de este síndrome dentro de las que se encuentran: artritis infecciosas, artritis reumáticas, artropatía inflamatoria y arteriopatía periférica.
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