ESCUINTLA, GUATEMALA/ AGENCIA RT.- Impunidad, injusticia e indignación permean el caso de Floridalma Roque, una mujer de 59 años, originaria de Honduras y nacionalizada estadounidense, que murió en el quirófano del cirujano plástico guatemalteco Kevin Malouf, quien tras incurrir en negligencia médica y en un intento de evadir la justicia, descuartizó el cuerpo de su paciente y tiró sus restos desmembrados en una fosa lejana y de difícil acceso en un área boscosa de San Vicente Pacaya, Escuintla, Guatemala.