SANTO DOMINGO, RD/ DIARIO DE SALUD.-Desde cualquier lugar se le observe, empezando por su área externa y el interior, el Hospital Mercelino Velez Santana muestra, a primer examen, un deterioro asolador de su andamio estructural, espacios mugrientos y desatendidos, equipos oxidados y material de construcción amontonado que forman un cuadro inquietante que, además de espectáculo desagradable a la vista, constituye una amenaza a la salud de una legión de ciudadanos que gestiona servicios allí.