¿Quién facilita el paso de parturientas haitiana?

Por Dr. Frank Espino 

La palabra "solidaridad" está un poco desgastada y a veces se interpreta mal, pero es mucho más que algunos actos esporádicos de generosidad" PAPA FRANCISCO

“Lo mucho hasta Dios lo ve” es un refrán que tiene mucho significado. Este describe que si bien es cierto, se pueden cometer errores, violar leyes, engañar, llega un momento que todo se descubre.

Esto viene al traste con la cantidad de mujeres haitianas que vienen a parir a nuestro país, y que traspasa los límites.

Tanto es el número que el Presidente de la Junta Central Electoral, Julio César Castaños Guzmán, afirmó que esa situación le crea una gran presión al país, por lo que se hace necesario resolverla. “El país no puede ser un paritorio de los haitianos”.

Yo le doy la razón al Lic. Castaños Guzmán, cuando afirma: “República Dominicana tiene que decidirse a no seguir siendo un “paritorio” de Haití, porque son miles las mujeres que están cruzando la frontera para venir a dar a luz al país, y luego buscar que esos niños sean nacionalizados”. También reveló que: “hay muchas madres que vienen, dan a luz y dejan abandonados a sus niños, mientras que otras se marchan con sus vástagos una vez concluyen el proceso” muy enfáticas sus palabras: “Vamos a llamarlo por su nombre, entonces nosotros tenemos que tener la suficiente responsabilidad, el Estado Dominicano, de detener eso, y eso hay que detenerlo allá en la frontera”, advirtió refiriéndose a todas las haitianas que cruzan la línea divisoria para dar a luz en el territorio nacional.

Nosotros que trabajamos en una maternidad pública: “La Maternidad Doña Renee Klang”, en Santiago, que dicho sea de paso, es la fusión de la otra maternidad que había en el Cabral y Báez, ha aumentado considerablemente el número de mujeres haitianas que vienen a parir sus críos, pero no solo eso, sino también con sus múltiples patologías, que complican cada día en desenvolvimiento de la maternidad desde el punto de vista médico asistencia y económico.

La iglesia también se ha pronunciado, en buscar una solución humanitaria a esa problemática.

Todos y cada uno de los sectores consultados, desde el Colegio Medico Dominicano, el Ministerio de Salud, hasta los políticos de los diferentes partidos entienden que este “festín de parturientas haitianas” hay que frenarlo. Ahora bien: ¿Quiénes y cuántos son los responsables de que esas mujeres vengan al país? Que yo entienda, deben llegar a nuestro territorio. ¿Quién las recibe? Quienes las transportan? ¿Cuánto cobran los coyotes? ¿Nadie las ve? ¿Cómo las distribuyen en las distintas maternidades?

¡Sencillamente, no aguantamos más! ¡Ni médicos, ni sistema, ni gastos hospitalarios no pueden con esa carga de atender las parturientas extranjeras! que disminuyen la calidad de atención de nuestras dominicanas, cuyas enfermedades sumadas a los partos son cuantiosos.

Nuestra pregunta: ¿Quién facilita el paso de parturientas haitiana?
Entiendo que si no podemos visualizar quienes transportan a las mujeres parturientas a nuestro territorio y cuáles son esos atrevidos que permiten que esto ocurra, les aseguro que en 20 años (sin racismo, ni vejaciones) no sabremos si somos o no dominicanos.

El autor es médico, escritor y profesor universitario.