NUEVA YORK, EE.UU./ REUTERS HEALTH) - Las personas que sufren acidez, no mejoran con el tratamiento estándar y no se les detecta reflujo suelen tener mayor estrés y peor calidad de vida, indica un nuevo estudio.
En cambio, los síntomas en pacientes con diagnóstico confirmado de enfermedad por reflujo gastroesofágico (GERD por su sigla en inglés) que no responden a los medicamentos contra la acidez están asociados a la severidad del reflujo, dijeron la doctora Rena Yadlapati y colegas de la Universidad de Colorado.
"Nuestros resultados respaldan la interacción entre los factores psicosociales y la generación de síntomas en los pacientes que no responden a los PPI (inhibidores de la bomba de protones)", escribieron los investigadores en American Journal of Gastroenterology. Estos hallazgos son importantes para formular estrategias terapéuticas personalizadas, agregaron.
Hasta la mitad de las personas con síntomas de reflujo no mejoran con los PPI, indicaron los investigadores. Para comprender mejor cómo perciben sus síntomas esos pacientes, evaluaron la función esofágica en 192 personas que tenían acidez persistente a pesar de recibir dosis doble de medicación por al menos ocho semanas.
Entre 125 personas que se sometieron a pruebas durante el tratamiento con PPI, el 58 por ciento fue clasificado como con enfermedad funcional, lo que significa que las pruebas no encontraron evidencia de disfunción esofágica o reflujo pese a la percepción sintomática de los pacientes.
Otro 34 por ciento fue diagnosticado con GERD porque los niveles de ácido y otros test indicaron disfunción además de los síntomas reportados. Un 9 por ciento tenía hipersensibilidad al reflujo, lo que implica que su esófago es extra sensible incluso ante un reflujo leve.
Entre el 67 por ciento de los pacientes evaluados durante la terapia con PPI, el 58 por ciento presentó enfermedad funcional, el 24 por ciento tenía GERD y el 18 por ciento, hipersensibilidad al reflujo.
En las personas con enfermedad funcional pero sin diagnóstico de GERD, cuanto más graves percibían los síntomas mayor era su estrés y dificultad para tragar. Su calidad de vida también empeoraba. Sin embargo, sus síntomas no coincidían con datos psicológicos obtenidos al evaluar el diagnóstico de GERD.
Los resultados respaldan la idea de que la acidez funcional y la dificultad funcional para tragar, conocida como disfagia, "existen en el mismo espectro que el reflujo", añadieron los autores, por lo que podrían recomendarse los tratamientos sin fármacos que se usan para la disfagia, como masticar cuidadosamente y comer de pie.
FUENTE: American Journal of Gastroenterology, online 12 de septiembre del 2017
Escribe tu comentario