La controversia entre la religión y la medicina sobre las transfusiones de sangre

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SANTIAGO/ DIARIO DE SALUD. — Desde su fundación, los Testigos de Jehová han generado controversia por su firme postura sobre la neutralidad en asuntos políticos, participación en las guerras y su negativa a aceptar transfusiones de sangre. Este último asunto ha provocado que los medios de comunicación centren su atención cuando se produce la muerte de un miembro de la iglesia por negarse a recibir sangre.


A pesar de los barriles de tintas que se han vertido escribiendo de la negación de los Testigos de Jehová a recibir atención médica que implique el uso de sangre, tal parece que la percepción negativa ha ido cambiado gracias a los sucedáneos de las transfusiones que los miembros de esta iglesia están dispuesto a aceptar.


¿Por qué no aceptan transfusiones de sangre los testigos de Jehová?


Los miembros que profesan la fe de Testigos de Jehová siguen las restricciones bíblicas en el uso de sangre. "Es una cuestión de ver la sangre como sagrada y mostrar respeto por ella, ya que ésta representa la vida", expresó Major Spry, director asociado de servicios de información de hospitales para los Testigos de Jehová en la ciudad de Nueva York.

Tanto el Antiguo como el Nuevo Testamento nos mandan abstenernos de la sangre (Génesis 9:4; Levítico 17:10; Deuteronomio 12:23; Hechos 15:28, 29). Además, para Dios, la sangre representa la vida (Levítico 17:14). Así que los Testigos obedecemos el mandato bíblico de abstenernos de la sangre por respeto a Dios, quien nos dio la vida.


Nuevos puntos de vista


Hubo un tiempo en que los profesionales de la salud pensaban que la medicina sin sangre —conjunto de estrategias para evitar las transfusiones— era muy arriesgada y hasta tildaban de suicidas a los pacientes que la solicitaban. Pero ese punto de vista ha cambiado en los últimos años. Por ejemplo, en 2004 se publicó en una revista de medicina un artículo que decía: “Muchas de las técnicas que se han ideado para tratar a los testigos de Jehová serán la norma en los próximos años”.Y en 2010, el libro Medicina transfusional señaló que gracias a estas técnicas “conseguiremos que la llamada ‘cirugía sin sangre’ sea algo tan cotidiano y habitual como la cirugía ambulatoria”.


Miles de médicos de todo el mundo están utilizando técnicas de ahorro de sangre para efectuar operaciones complejas sin transfusiones. Dichas alternativas se encuentran disponibles hasta en países de escasos recursos, y muchas personas que no son Testigos las solicitan.


"Ciertamente salvará vidas si lo aceptan", indicó el doctor Ernest Moore, jefe de cirugía y director de servicios de trauma en Denver Health Medical Center.


Moore escribió acerca de los sustitutos y los Testigos de Jehová para la edición del "New England Journal of Medicine". En una carta, Moore describió el caso de una Testigo de Jehová de 44 años que se vio involucrado en un accidente de auto y necesitó sangre.


Los doctores trataron a la mujer con PolyHeme, un sustituto sanguíneo experimental, y eritropolietina, una hormona, que impulsa la capacidad del cuerpo de producir glóbulos rojos.


La mujer se recuperó, y los doctores alegan que los sustitutos de la sangre son una "alternativa atractiva" para los Testigos de Jehová.


PolyHeme es uno de varios sustitutos sanguíneos fabricados a base de hemoglobina que están en la base final de prueba en los Estados Unidos, señaló Moore. La hemoglobina se toma de glóbulos rojos "caducados" sangre almacenada que ya no es fresca o células tomadas de vacas.


Aunque se llama sustitutos sanguíneos, los productos son en realidad sustitutos para la hemoglobina, una proteína que ayuda a la sangre a transferir oxígeno al cuerpo, según Moore.


Los sustitutos guardan un atractivo especial porque no requieren pruebas de tipos sanguíneos, indicó doctor Kaaron Benson, director del banco de sangre en el Centro de Cáncer H. Lee Moffitt en Tampa, Fla. Doctores en la sala de emergencia con frecuencia deben esperar a suministrar una transfusión hasta que el tipo de sangre de un paciente se determine; hay un tipo de sangre universal, pero los suministros son limitados.


Benson advirtió que los sustitutos sanguíneos se deben confirmar aún así como seguros y que se puedan almacenar con facilidad.


Fracciones sanguíneas. Las fracciones se extraen de los cuatro componentes principales de la sangre: glóbulos rojos, glóbulos blancos, plaquetas y plasma. Entre las fracciones que se obtienen de los glóbulos rojos figura una proteína llamada hemoglobina. Con la hemoglobina, sea humana o animal, se elaboran productos destinados al tratamiento de anemias agudas y hemorragias masivas.


Otras fracciones provienen del plasma, componente sanguíneo formado por agua (en un 90%) y por una gran cantidad de hormonas, sales inorgánicas, enzimas y nutrientes, entre ellos minerales y azúcares. El plasma también contiene factores de coagulación, proteínas como la albúmina y anticuerpos que combaten enfermedades. Así, cuando una persona se ve expuesta a determinadas enfermedades, se le suele recetar inyecciones de gammaglobulina, fracción rica en anticuerpos que se extrae del plasma de personas inmunizadas. Finalmente, de los glóbulos blancos se obtienen fracciones como los interferones y las interleuquinas, con las que se tratan infecciones virales y cánceres.


Los Testigos de Jehová  dicen que la Biblia no da instrucciones específicas a los cristianos aceptar terapias que empleen fracciones sanguíneas , por lo que cada cual debe tomar su propia decisión ante Dios de acuerdo con los dictados de su conciencia. Algunos rechazan todas las fracciones, razonando que, cuando Dios les dio la Ley a los israelitas, les indicó que la sangre de los animales que mataran tenían que “derramarla sobre el suelo” (Deuteronomio 12:22-24). Pero hay otros que, aunque tampoco aceptan transfusiones de sangre completa o de componentes principales, sí admiten tratamientos con una determinada fracción, pues consideran que, en algún momento, la fracción dejó de representar la vida de la criatura de la que proviene.


Antes de decidir nada, la Iglesia sugiere a sus feligreses que conviene preguntarse: “¿Comprendo que si rechazo todas las fracciones sanguíneas me estoy negando a aceptar todos los productos que las incluyan, entre ellos medicamentos destinados a combatir ciertas enfermedades o a detener las hemorragias facilitando la coagulación? ¿Sabría explicarle a un médico por qué rechazo o por qué acepto una o más fracciones sanguíneas?”.


Procedimientos médicos. Dos técnicas quirúrgicas habituales son la hemodilución y la recuperación de sangre. La hemodilución consiste en desviar parte de la sangre, sustituirla por un expansor del plasma y luego reintroducirla en el cuerpo. Y la recuperación de sangre es el proceso por el que, durante una operación, se recoge de las heridas y cavidades la sangre que pierde el paciente, se lava o se filtra y luego se le reinfunde. Dado que la aplicación de estas técnicas puede variar de un doctor a otro, el cristiano debe preguntar a su médico qué pretende hacer en su caso.


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Un grupo disidente, los Testigos de Jehová Asociados para la Reforma de la Sangre, tiene perspectiva sobre las transfusions.


FUENTES: Ernest Moore, M.D., jefe de cirugía, y director de servicios de trauma, Denver Health Medical Center; Kaaron Benson, M.D., director de servicios del banco de sangre, Centro de Cáncer H. Lee Moffitt , Tampa; Major Spry, director asociado, servicio de información de hospitales, Testigos de Jehová, ciudad de Nueva York; 4 de abril de 2002, "New England Journal of Medicine". www.jw.org




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