Bebés que comienzan a recibir alimentos sólidos duermen mejor

Por Anne Harding

NUEVA YORK, EE.UU. / REUTERS HEALTH -Los bebés que comienzan a recibir alimentos sólidos a los tres meses de vida duermen mejor que aquellos con lactancia materna exclusiva hasta los seis meses, de acuerdo con un análisis de datos de ensayos clínicos.

La Organización Mundial de la Salud (OMS), la Academia Estadounidense de Pediatría y otros grupos recomiendan la lactancia exclusiva los primeros seis meses de vida; después, hay que empezar a incorporar los alimentos sólidos.

Los nuevos datos surgen del estudio Indagar sobre la Tolerancia (EAT, por su nombres en inglés) sobre 1303 bebés; se diseñó para investigar si anticipar la incorporación de los alimentos sólidos prevendría las alergias alimentarias.

El estudio EAT demostró que la incorporación de pequeñas cantidades de alimentos alergénicos a bebés más pequeños reducía el riesgo de desarrollar alergias. La Academia Estadounidense de Pediatría, el gobierno de Australia y otros modificaron las guías alimentarias infantiles para incorporar esos resultados del 2016.

Michael Perkin, del Instituto de Investigación de la Salud Poblacional y el Hospital de St. George, de Londres, dijo que los resultados del nuevo análisis sugiere que dormir mejor podría ser otro beneficio.

En JAMA Pediatrics, su equipo comparó el sueño infantil y la calidad del sueño materno en los participantes del estudio EAT. La incorporación de sólidos temprana fue, en promedio, a las 16 semanas, mientras que la incorporación de sólidos habitual fue a las 23 semanas.

A los cinco meses, los bebés que habían incorporado sólidos tempranamente dormían más que los de las mujeres a las que les habían indicado sostener la lactancia exclusiva hasta los seis meses. La diferencia máxima fue a los seis meses de edad: los bebés que habían comenzaron a recibir sólidos tempranamente dormían casi 17 minutos más que el otro grupo y así se mantuvo hasta el año. Además, se despertaban un 9 por ciento menos que el grupo control.

El resultado "clínicamente más importante", según indicó Perkin, fue que los padres de los bebés con incorporación temprana de sólidos eran significativamente menos propensos a decir que sus hijos tenían problemas graves para dormir.

FUENTE: JAMA Pediatrics, online 9 de julio del 2018