Padres suelen poner en riesgo a hijos con alergias alimentarias

Por Shereen Lehman

NUEVA YORK, EE.UU. / REUTERS HEALTH.—Los padres de niños con alergias alimentarias a menudo adoptan conductas que podrían provocar una reacción alérgica en sus hijos, de acuerdo con una nueva encuesta.

Casi la mitad de los padres de niños con alergias alimentarias tuvo por lo menos una conducta de riesgo, como no llevar autoinyectores de epinefrina o no leer las etiquetas de los alimentos.

Estas conductas podrían atribuirse al desconocimiento, los falsos conceptos y potenciales barreras económicas, de acuerdo con el equipo de la doctora Julie Wang, del Instituto de Alergia Alimentaria Jaffe del Hospital Mount Sinai, en Nueva York.

En The Journal of Allergy and Clinical Immunology, su equipo publica los resultados de una encuesta a 100 padres de niños de entre 6 meses y 18 años con alergias alimentarias diagnosticadas, que concurrían a un control en una clínica urbana especializada. Todos los padres hablaban inglés.

El 70 por ciento de los niños había tenido reacciones alérgicas en el último año; casi el 40 por ciento había tenido por lo menos tres reacciones.

En uno de cada cuatro niños se había utilizado epinefrina en algún momento. Un tercio había recibido tratamiento en un departamento de emergencia y el 5 por ciento había quedado internado alguna vez.

El equipo identificó una relación entre las conductas de riesgo y tener una reacción alérgica a la comida el último año. Además, los padres de niños con alergia a distintos alimentos eran más propensos a tener conductas de riesgo que los padres de niños con una alergia alimentaria puntual.

El 11 por ciento de los padres le dio alimentos que les producía alergia a sus hijos porque no tenían tiempo para leer los ingredientes y el 7 por ciento dijo que el costo de los alimentos era una barrera para evitarlos.

Uno de cada cuatro padres dijo que exponía intencionalmente a sus hijos a los alergenos en la comida para comprobar si seguían siendo alérgicos o "tratar" el problema.

FUENTE: The Journal of Allergy and Clinical Immunology, online 19 de enero del 2018