La salud en la invasión de EE.UU.

|

Doctor Herbert Stefan Stern


Por Roberto Valenzuela


El doctor Herbert Stefan Stern inicia su disertación sobre la “La Salud en la Ocupación Militar Norteamericana” reconociendo los méritos del doctor Francisco Henríquez y Carvajal. Lo considera un ciudadano ejemplar y figura médica clave en la vida de ese período.


Cita que el doctor Antonio Elmúdesi se refería a Henríquez y Carvajal como el precursor de la cirugía moderna en el país.


Antonio Elmúdesi es un prominente cirujano que en el “Congreso Médico del Centenario”, publicado en el 1944, presentó un trabajo sobre la “Historia de la Cirugía Dominicana”, en el que hizo grandes elogios a Henríquez y Carvajal y atribuyó a la falta de personal paramédico adecuado a algunas complicaciones quirúrgicas que padeció.


Francisco Henríquez y Carvajal llegó a ocupar la Presidencia de la República, y fue un opositor a la ocupación norteamericana.


En su charla en la Academia de la Historia, Herbert Stefan explica que en esa época la falta de dinero y el escaso personal médico debidamente entrenado hacían difícil el ejercicio. Los encargados de la salud reportaban que “los pueblos están sucios y sin la adecuada atención y supervisión, con pocos hospitales que resultaban inadecuados”.


Un mes después del establecimiento del gobierno militar, el “Dr. P. E. Garrison” fue nombrado oficial de Sanidad. Era un reconocido médico con experiencia en Filipinas, donde había descubierto la fascioletailocana. Por su experiencia en medicina tropical concibió un plan similar aquí con brigadas provistas de microscopios para conocer las endemias parasitarias. Su misión era supervisar la salud y la higiene de los marines y los dominicanos.


Los comandantes trataron de preservar la limpieza en las barracas y cuarteles. Estimulaban la limpieza de los pueblos, sobre todo, en los mercados y mataderos. Enseñaban la adecuada utilización y colocación de las letrinas.


Garrison nombró inspectores en todo el país, a los que pedía informes semanales. Realizó autopsias en pacientes fallecidos por tifoidea e invitaba a médicos dominicanos para compartir sus observaciones.


Estableció un consultorio en la calle Arzobispo Nouel. Creó un Leprocomio y su primer director fue el Dr. Fernando Defilló, que utilizó el escritorio donado por Garrison.


Bruce J. Calder en su obra, TheImpact of Intervention: TheDominicanRepublicDuringthe U.S. Occupation of 1916-1924, dice que después que Garrison estudia la situación una de las conclusiones fue que las leyes y decretos sobre la salud eran ambiguas y contradictorias. Preparó un plan de desarrollo, que implicaba la reorganización y la obtención de mayores recursos económicos.

Sin comentarios

Escribe tu comentario




No está permitido verter comentarios contrarios a la ley o injuriantes. Nos reservamos el derecho a eliminar los comentarios que consideremos fuera de tema.