¿Cómo conservar o guardar las cremas de uso diario? Descarta dejarlas en el baño y usa el frigo para algo más que comida

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MADRID, 27 ENE. (EDIZIONES) - ¿Cómo podemos conservar o guardar nuestras cremas de uso diario? Previsiblemente es algo sobre lo que nunca te has parado a pensar y es súper importante porque si no podemos degradar sus propiedades. ¿Pasa algo por tenerlas en un neceser o en el armario del baño?


¿Dónde es mejor conservarlas?


Entrevistamos en Infosalus a Amparo Violero, bióloga, experta en seguridad y regulación cosmética y MSc en Industria Cosmética, así como divulgadora, y señala que, en general, el mejor ambiente donde conservar los cosméticos es en un lugar oscuro, fresco y seco.


"El baño, sometido a cambios de temperatura, no es realmente el sitio ideal. Mejor en un estante o en un neceser. Siempre a oscuras o dentro de sus propias cajitas. Además, así no perdemos la información completa del producto que viene en su caja. Los esmaltes de uñas, por ejemplo, duran más si se almacenan boca abajo", afirma.


Qué guardar en el frigorífico


¿Es o no indispensable guardarlos en el frigorífico? Algunas personas dicen que es mejor guardarlos en el frigo para una mayor eficacia y sobre este asunto, Amparo Violero remarca que si hay indicaciones de conservación especiales, siempre vendrán indicadas de parte del fabricante, preferentemente en el etiquetado.


"Algunos productos ricos en Vitamina C o derivados de la Vitamina A podrían beneficiarse de esta conservación en frío. Desde MIIN recomendamos conservar muchos de nuestros parches para ojos de hidrogel en el frigorífico para una sensación de frescor extra y otro nivel de eficacia, ya que el frío es un elemento que ayuda a despertar y a deshinchar el aspecto de la piel. Aplicar una sheet mask (mascarillas de sábana, son coreanas) recién salida del refrigerador puede ser el final perfecto para un largo día", detalla.


Apuesta igualmente por guardar también la mayoría de accesorios de belleza, tipo jade rollers, piedras gua-sha para masajes faciales, mascarillas de gel o antifaces en el frigorífico, porque defiende que cuando se aplican fríos, y realizando un masaje correcto, pueden ayudar a reducir la hinchazón.


La conservación de los productos


Por otro lado, preguntada sobre cómo y durante cuánto tiempo debemos conservarlos, esta experta en cosmética recuerda que este tipo de productos cuentan con una fecha de duración mínima, y que corresponde al tiempo exacto durante el cual el producto tiene una calidad óptima tras su fabricación. "Se indica en el etiquetado acompañada por un símbolo del reloj de arena", precisa.


Sin embargo, en la Unión Europea, cuando la fecha de duración mínima es superior a 30 meses, se suele reemplazar por el símbolo PAO o 'Period After Opening', que indica la vida útil del producto cosmético, según precisa: "El PAO es el plazo durante el cual el producto será estable, pero ya no desde su fabricación sino desde su apertura, y se indica en el etiquetado con un símbolo de un frasco abierto con un código en su interior, por ejemplo '12M' que significaría '12 meses'".


Así, Amparo Violero subraya que un cosmético debe utilizarse durante el tiempo máximo especificado por estas fechas: "Cuando un producto se encuentra en mal estado, aunque no haya expirado y lleve abierto poco tiempo, si el producto ha sido sometido a alguna particularidad, por ejemplo, calor o frío extremos, luz directa constante, contaminación por algún microorganismo, su olor, color y/o textura puede cambiar de manera visible".


En cuanto a ponerse productos caducados, esta especialista en cosmética sostiene que tras la fecha de caducidad indicada no es posible garantizar que el producto sea estable, al tiempo que mantiene que el laboratorio no tiene la responsabilidad legal de hacerse cargo frente a cualquier reacción adversa causada por este mal uso.


"Un producto caducado no conserva las propiedades adecuadas, con lo cual no estarías proporcionando a tu piel la eficacia que deseas. Pero lo que es peor es que tras su fecha de duración mínima se reduce la eficacia del conservante y hay mayor probabilidad de que en el producto se pueda desarrollar una carga de microorganismos nociva. Esto es especialmente importante en productos para ojos y contorno de ojos, bebés, personas inmunodeprimidas, etc.", advierte Violero.


Precisamente, Violero ha participado en la elaboración de 'Aprende a cuidar tu piel. Secretos y rutinas de las expertas de MiiN' (Zenith), un manual escrito junto con Lilin, cofundadora de MiiN, tienda de cosmética coreana, y Mònica Julià, especialista en branding y creación de contenido para el sector beauty y en ecommerce de belleza; y donde trata estos asuntos.

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