Estas son las profesiones más peligrosas para la salud cardiovascular de las mujeres

Los datos del estudio ponen de manifiesto que las profesionales sanitarias son uno de los grupos que mayores riesgos de padecer enfermedades cardiovasculares tienen debido a su profesión.
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Enfermera


FILADELFIA, PENSILVANIA/ CONSALUD.ES.— Cuando elegimos una profesión, en muy pocas ocasiones nos paramos a pensar en los riesgos que esta puede entrañar para nuestra salud. Lo habitual es relacionar este tipo de problemas con profesiones que implican un mayor esfuerzo físico o que se desarrollan en entornos de peligrosidad. 


Nada más lejos de la realidad como demuestran los resultados de un reciente estudio elaborado por la Dornsife School of Public Health de la Drexel University.


El objetivo de este estudio ha sido el de determinar cuáles son las profesiones que suponen un mayor riesgo para la salud del corazón de las mujeres. Para ello han contado con la participación de 65.000 mujeres estadounidenses en edad premenopáusica. Todas habían participado ya con anterioridad en un estudio previo relacionado con el que nos atañe, elaborado por Women´s Health Initiative.


Los resultados del estudio sitúan a las trabajadoras sociales como las profesionales con mayor riesgo de sufrir problemas de corazón debido al desempeño de su actividad profesional (36%). En segunda posición se encuentran las cajeras (33%).


Por detrás se encuentran las psiquiatras, las enfermeras y las cuidadoras con un promedio cada una de 14% de riesgo de tener una mala salud cardiovascular debido a su trabajo. Pero, ¿cuál es el motivo por el que profesiones tan dispares y que, a priori, no entrañan serios riesgos, son las que reportan un mayor índice de problemas de salud cardiovascular para las mujeres? La respuesta es sencilla: el estrés.


“Un posible mecanismo que vincula la ocupación profesional con la salud cardiovascular es el estrés”, explica Yvonne Michael, autora del estudio y profesora asociada de Epidemiología y Bioestadística en la Escuela de Salud Pública Dornsife.


“Los trabajos con alta demanda y bajo control son profesiones que en anteriores estudios se han relacionado con una mala salud. Si bien no medimos directamente el estrés en este estudio, las trabajadoras sociales y las cajeras son trabajos en los que se genera mucho estrés y tensión”.


Avanzando en los datos del estudio vemos que, por ejemplo, las agentes de ventas y las administrativas tenían un 24% y un 11% menos de posibilidades respectivamente de sufrir problemas de corazón como consecuencia de su profesión que los cinco trabajos que copan los primeros puestos del estudio. En este sentido, una de las profesiones que menor riesgo reporta para la salud cardiovascular de las mujeres es el de maestra.


De acuerdo a los datos de la Organización Mundial de la Salud, los problemas de corazón y los relacionados con la salud cardiovascular se erigen como la principal causa de muerte en los países occidentales.


Para determinar el riesgo que supone cada una de las profesiones analizadas en el estudio la doctora Michael y su equipo han evaluado el riesgo de enfermedad cardiaca en base a las métricas de salud establecidas por la American Heart Association. Estas contemplan cuatro comportamientos relacionados con la salud como son el tabaquismo, el peso, la actividad física y los hábitos alimenticios, además de tres factores de riesgo directamente relacionados con la salud del corazón: colesterol, presión arterial y niveles de azúcar en sangre en ayunas.


Aplicando estas métricas a las casi 65.000 mujeres participantes se determinó que 8.300 de estas (12,7%) tenían una mala salud cardiovascular.


MAYOR RIESGO ENTRE LAS PROFESIONALES SANITARIAS


Una de las conclusiones más curiosas de este estudio es el hecho de que los resultados han mostrado un riesgo mayor entre las profesionales que trabajan en la atención sanitaria. Situación que ha sorprendido a los investigadores dado que estas cuentan con un conocimiento más profundo sobre la salud cardiovascular.


“Si bien estas mujeres cuentan con un mayor acceso a información sobre la salud, el estudio demuestra que para mejorar la salud cardiovascular es importante ver más allá de los factores individuales y comprender mejor el contexto de trabajo”, explica Michael, señalando que el desarrollo profesional de las actividades sanitarias implica un mayor riesgo para la salud cardiovascular para sus profesionales a pesar de que cuenten con mayor conocimiento de la materia.


Evelina Grayver, directora de la Unidad de Atención Coronaria del Hospital Universitario de North Shore en Manhasset (Nueva York), argumenta que el estudio demuestra cómo las enfermedades cardiacas afectan a una gran variedad de mujeres independientemente de sus profesiones.


“Muchas mujeres, especialmente aquellas que trabajan en el sector salud, tienen jornadas exhaustivas que nos les permiten cuidarse correctamente en términos como la dieta o la realización de actividad física”, apunta Grayver señalando como un peligroso añadido al estrés que estas profesiones suponen.


En cuanto a los motivos por los que algunos trabajos son más beneficiosos para la salud cardiovascular que otros el estudio pone el foco en la complejidad de los mismos. “En estudios anteriores hemos encontrado evidencias de beneficios para la salud en profesiones sustancialmente complejas”, explica Michael haciendo alusión al funcionamiento intelectual y cognitivo que se requiere para el desempeño de estas actividades profesionales.


Los investigadores ponen como ejemplo a las maestras (ocupan los puestos con menor riesgo para la salud del corazón en relación a la actividad profesional). Los autores del estudio señalan que la enseñanza requiere de múltiples acciones que implican un complejo funcionamiento cognitivo.


Pero no podemos olvidar que el sedentarismo es uno de los grandes enemigos de la salud cardiovascular para hombres y mujeres. A pesar de esto el estudio indica que la conexión entre la actividad física inherente a cada profesión y la posibilidad de desarrollar enfermedades cardiovasculares no está tan clara.


En este sentido el estudio recoge que las mujeres con una alta actividad física profesional pero baja en su tiempo libre tenían un mayor riesgo de sufrir una enfermedad cardiaca en comparación con las mujeres que reportan una baja actividad física ocupaciones y alta en su tiempo libre.


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