BALTIMORE, MARYLAND,EE.UU.— Investigadores de Johns Hopkins Medicine (Estados Unidos) han estudiado cómo identificar mejor a los pacientes que no se adhieren a sus tratamientos, gracias a la combinación de la tecnología con las opiniones de los médicos. Así, han concluido que combinar la valoración de los expertos con el seguimiento de si los pacientes retiran su medicación en las farmacias es la mejor opción.
Minimizar la falta de adherencia
Los investigadores detallan que estas tasas pueden ser "especialmente altas" en niños y adultos jóvenes con enfermedades crónicas que tienen que manejar un régimen complejo de medicamentos. La mala adherencia entre los jóvenes con enfermedad renal crónica es "uno de los principales impulsores" de la progresión de la enfermedad a la enfermedad renal terminal, aseguran.
Por ello, creen que minimizar los niveles de falta de adherencia es "una parte clave" de la práctica de atención médica de alto valor. Además, al mejorar los niveles de adherencia de los pacientes, se reducen los costes evitables a largo plazo.
Hoy en día, no existe un estándar para identificar pacientes no adherentes, dice Pruette. "Como mínimo, los médicos realizan una evaluación de un paciente durante una visita a su consulta. Un médico o un enfermero pueden usar datos de imágenes e informes de los pacientes para realizar conjeturas informadas sobre la adherencia", expone.
Registros de los datos de las farmacias
Los factores para medir la adherencia fueron los informes de los médicos (que estimó la adherencia a la medicación de un paciente después de una visita a la consulta), los informes de los pacientes y los informes de los cuidadores (ambos encuestas de ocho preguntas), cajas de pastillas electrónicas (que registran la fecha y hora a la que se abre cada frasco de pastillas), y los datos en la farmacia.
La opción más fiable para medir la adherencia
Los médicos y las cajas de pastillas electrónicas clasificaron al 34,5 por ciento de los pacientes como no adherentes, aunque no estaban de acuerdo sobre qué pacientes no eran adherentes. Los informes de los pacientes, los informes de los cuidadores y los datos de la farmacia se clasificaron entre el 50 y el 61 por ciento de los pacientes como no adherentes. Tras analizar los datos, comprobaron que cruzar los informes de los médicos y las cifras sacadas de las farmacias eran la opción más fiable para averiguar qué pacientes no siguen una medicación.
"En general, los médicos ya están haciendo evaluaciones de los niveles de adherencia de los pacientes, y la mayoría de las prácticas clínicas tienen la capacidad de acceder a los datos de las farmacias, por lo que esto es algo muy factible para analizar en un entorno clínico", concluye Pruette.
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