Implante de carótida es promisorio para la hipertensión resistente

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NUEVA YORK (REUTERS HEALTH) - La amplificación endovascular del barorreflejo (EBA, por su nombre en inglés) con un dispositivo similar a un stent en la arteria carótida reduciría la presión "significativamente", además del uso de antihipertensivos en la población con hipertensión resistente, sugiere una investigación.


La activación del barorreflejo de la carótida disminuye la presión y permitiría tratar la hipertensión resistente, de acuerdo con el equipo de Wilko Spiering, del Centro Médico Universitario de Utrecht, Países Bajos.


Los autores hicieron el primer ensayo de prueba de principio con seres humanos en seis centros de Europa con un nuevo dispositivo de EBA, MobiusHD (Vascular Dynamics, Mountain View, California). Los pacientes tenían hipertensión resistente.

Treinta pacientes (el 50 por ciento era hombre de 52 años en promedio) de seis centros participaron del estudio abierto durante el período 2013-2016 y seis meses de seguimiento. Todos tenían presión sistólica promedio en el consultorio de 160 mmHg o más a pesar del tratamiento con tres o más antihipertensivos, incluido un diurético.


Algunos pacientes utilizaban hasta cuatro antihipertensivos. La presión basal promedio en consultorio era de 184/109 mmHg; la presión promedio ambulatoria de 24 horas era de 166/100 mmHg.


En The Lancet, el equipo publica que a los seis meses del implante del dispositivo, la presión promedio en consultorio disminuyó 24/12 mmHg y la presión ambulatoria de 24 horas lo hizo 21/12 mmHg.


Durante el seguimiento, el comité de monitoreo de la seguridad de los datos (DSMB, por su nombre en inglés) identificó cinco efectos adversos graves en cuatro pacientes: hipotensión en dos y agravamiento de la hipertensión, claudicación intermitente e infección de la herida en todos.


Dos pacientes que no estaban utilizando antihipertensivos antes de la colocación del implante, y que tenían una presión sistólica superior a 200 mmHg durante el procedimiento, sintieron entumecimiento y pérdida de fuerza en un brazo y una pierna después del procedimiento.


El DSMB no consideró que los síntomas residuales fueran neurológicos y, como el resultado de la Escala de ACV de los Institutos Nacionales de Salud para ambos pacientes eran cero después del implante, esas complicaciones se describieron como ataques isquémicos transitorios (AIT), pero no ACV.


"En los pacientes con hipertensión resistente, la EBA con el dispositivo MobiusHD redujo significativamente la presión con un perfil de seguridad aceptable", concluyen los autores.


Spiering, que presentó datos preliminares del estudio durante la Conferencia de la Sociedad Europea de Cardiología en Barcelona, España, había tratado a 26 pacientes con el dispositivo desde febrero del 2015, agregó: "A veces, la disminución de la presión (después del procedimiento) es muy significativa: 90 mmHg".


Vascular Dynamics financió el estudio. Spiering y siete coautores recibieron honorarios de la empresa.


FUENTE: The Lancet, 2017

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