El CMD reclama más médicos; experto estima falta gerencia

En 2016 el SNS contaba con 11,656 galenos en 175 hospitales y el IDSS con 2,261
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SANTO DOMINGO/ DIARIO DE SALUD.-- Al reclamar que el Gobierno destine un 5% del producto interno bruto (PIB) para el sector salud, el Colegio Médico Dominicano (CMD) también exige el nombramiento de 4,000 nuevos profesionales de la Medicina que se sumen a brindar servicio a la población a través de los hospitales de todo el país.


Waldo Ariel Suero, presidente del CMD, insiste en que “hay un déficit de 4,000 médicos en los hospitales del país”, una realidad que, desde su punto de vista, la gestión de Danilo Medina pretende ignorar.


El Servicio Nacional de Salud (SNS) contaba, a octubre de 2016, con 11,656 médicos que atendían a los pacientes en 175 hospitales, con la asistencia de 10,990 enfermeras.


“A esos médicos hay que sumarles los del Seguro Social y si yo, como médico, trabajo en los hospitales del SNS y además en el IDSS, estoy asistiendo a los dos sitios, y esa parte no se ha resuelto porque hay que invertir dinero”, sostiene Wilson Roa, vicepresidente del CMD.


Creado mediante la Ley 123-15, el SNS, tiene bajo su responsabilidad gestionar la provisión de servicios de salud en todos los niveles de atención del sistema público y ordenar la conformación de la red única de salud, con la incorporación de los hospitales del Instituto Dominicano de Seguros Sociales (IDSS).



El psiquiatra César Mella, director del IDSS, recuerda que esa entidad pasó al SNS sus 20 hospitales y unas 28 policlínicas, para dar cumplimiento al Decreto No. 9-17, dictado por el Poder Ejecutivo el 19 de enero de este 2017.

El decreto dispone la integración inmediata al SNS “de todos los procesos y servicios administrativos y financieros (del IDSS), incluyendo los relacionados a la compra, almacenamiento y distribución de medicamentos, insumos y tecnología, así como los correspondientes a la gestión de personal”.


A junio de 2016, el IDSS y su prestadoras de servicios Salud Segura contaban con 7,509 empleados, que incluían 2,261 médicos y 1,987 enfermeras. Además tenía 279 odontólogos, 60 psicólogos, 388 bioanalistas, 321 asistentes de farmacia, 193 técnicos de salud, 80 farmaceúticos y 69 asistentes en odontología.


Aún con los del SNS y los del IDSS, Wilson Roa insiste en que “aquí hace falta médicos”. “A los cardiólogos de la Maternidad de la Mujer los pensionaron y ahora no hay ninguno; de Salud Pública se transfirieron médicos al hogar de ancianos del Kilómetro 12 de la avenida Independencia y a la Procuraduría General, además de que se pensionaron 1,783 el año pasado”, añade. Estima que el país cuenta con más de 1,750 unidades de atención primarias que deben ser fortalecidas para que los ciudadanos utilicen esos centros como puerta de entrada a los servicios de salud.


“Aquí no se ha implementado en la práctica la Red Única de Salud por un problema de falta de recursos económicos y el propio Director del Servicio Nacional de Salud ha dicho que no tiene dinero”, insiste.


“Es un problema de falta de gerencia y de dinero, eficientizar el servicio hospitalario no se consigue solo con médicos y enfermeras. El 5.4% del PIB para 2016 fue un debate que hizo el Gobierno una vez involucrando a más de 300 instituciones cívicas y no se ha cumplido”, dice.


El directivo del CMD sostiene que el problema de los servicios de salud solo se solucionará cuando la población lo asuma como un debate nacional. “Esta discusión hay que llevarla a la población. Es una responsabilidad del Estado brindar el servicio, pero exigirlo es un derecho de quien financia, que es la población”.


“Ahora mismo atiendo el caso de un profesional de la construcción que padece una patología de hígado y el medicamento que requiere cuesta RD$94,000 una cajita y debe comprar una mensual, y si uno no tiene una relación para gestionarla no se consigue y esto no puede seguir así, la sociedad tiene que empoderarse”, dice.


Los recursos


El Ministerio de Salud Pública tiene asignado este año RD$75,836.7 millones, que según el Gobierno equivalen a un 2.1% del PIB y que incluyen RD$60,145.1 millones para gasto corriente y RD$15,691.5 millones al gasto de capital.


Pero para Daniel Guzmán González, experto en gestión de servicios hospitalarios que sirvió de consultor internacional para la Organización Panamericana de la Salud y el Banco Interamericano de Desarrollo (BID), los indicadores negativos que mantiene República Dominicana con respecto a otros países de la región, como Cuba o Costa Rica, más que escasez evidencian una “mala utilización” de los recursos de los contribuyentes y una incapacidad en materia de gerencia.


Guzmán González muestra un “ejercicio de planificación” en el que toma en cuenta datos suministrados por Salud Pública en 2014 y el Censo de la Oficina Nacional de Estadística (ONE) de 2010.


Con esa proyección estima en 9,445,173 la población y en 6,612,684 potenciales beneficiarios que serían atendidos en 244 hospitales para los que la dependencia oficial tenía una plantilla de 67,394 personas, incluyendo 21,801 del área administrativa.


Para ofrecer una idea de la deficiencia compara los datos de La Altagracia con Hermanas Mirabal.


La Altagracia, con 273,210 habitantes y 191,247 potenciales usuarios del sistema de salud pública a través del Seguro Nacional de Salud (Senasa) contaba con tres hospitales; 136 camas (0.7 camas por 1,000 beneficiarios) y 575 servidores (incluyendo a los médicos). La provincia recibió RD$202.2 millones aunque debieron ser RD$1,918.2 millones, estima.


“La micro red de servicios de salud de La Altagracia recibió el 11% de los recursos que pudo tener si el presupuesto hubiese sido por capitación, a través de la TSS y el Senasa, como lo establece la Ley 87-01”, dice.


En cambio, Hermanas Mirabal, con una población de 92,193 personas y 64,535 potenciales beneficiarios del Senasa, contaba con tres hospitales y 14 establecimientos de primer nivel de atención, 281 camas (4.3 camas por cada mil beneficiarios) y un personal de 1,661.


La provincia tuvo un presupuesto en Salud en 2014 de RD$444.7 millones, aunque debió recibir RD$647.3 millones, según Guzmán González.


“Si el problema fuera de camas, los indicadores de La Altagracia deberían ser muy malos y los de Hermanas Mirabal buenos, pero ambos son igual de malos”, dice el experto que también desempeñó varias funciones para el Estado dominicano, incluyendo la de Director General de Atención Médica y Hospitalaria.


Un problema básico que ve en el sistema de salud tiene que ver con la falta de continuidad a los planes. Recuerda que un estudio auspiciado por la AID (ahora Usaid) en 1973 diagnosticó “prácticamente los mismos problemas que tenemos hoy: falta de acceso, muy especialmente en el sector rural, alta tasa de muerte materna e infantil y desnutrición”.


Falta continuidad


Daniel Guzmán González recuerda que del proyecto auspiciado por la AID en 1973 surgieron 6,000 promotoras de salud y 600 supervisoras que ayudaron a mejorar los indicadores sanitarios. Pero lamenta que no se diera continuidad a proyectos financiados por el BID y el Banco Mundial que llevaron a que el país elaborara, en 2004, un Plan Decenal de Salud, pero que el gobierno de Leonel Fernández echó a un lado para crear el llamado Plandes.


“No se siguió nada. A partir de agosto todo lo que se había hecho en seis hospitales se dejó así. Era un sistema integral de administración que permitía conocer los costos directos e indirectos”.

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